Los escombros se le vienen encima a les Coves Roges de Gata de Gorgos. El mirador que corona estos abrigos se ha utilizado para arrojar al talud residuos de obra. Quienes han tirado los escombros han contaminado una zona de gran valor natural (una pared que encañona el río Gorgos antes de entrar en el núcleo urbano de Gata) y se han saltado a la torera la doble protección del yacimiento arqueológico de les Coves Roges. En 2010, la Generalitat Valenciana lo declaró Bien de Interés Cultural (BIC). Pero desde 1998, al igual que todo el arte prehistórico del arco mediterráneo, es Patrimonio de la Humanidad.

Pero a les Coves Rotes todas estas figuras de protección no le sirven de paraguas. La basura cae ladera abajo. Incluso ha desaparecido el panel que, situado en el paseo de la ribera del río, advertía de que las representaciones más antiguas (los grabados fusiformes) pertenecen al paleolítico superior y se realizaron hace unos 10.000 años.

Estos abrigos carecen, además, de cerramiento de protección. Han sufrido actos vandálicos (pintadas). Que estas paredes se utilizaran como rocódromo al aire libre (están marcadas las vías de escalada) tampoco ayuda a la conservación del arte rupestre. Pero lo de los escombros es ya el acabose. Sobre este tesoro prehistórico descubierto en 1987, pende una lengua de basura. En el mirador, hay dos contenedores de basura orgánica. Y algunas bolsas han caído también al talud. En uno de los tres abrigos, ya empieza a acumularse basura.

Las pinturas y grabados documentados son esquemáticos y levantinos. Hay escenas de caza. Cronológicamente, se sitúan entre el Paleolítico Superior y el Neolítico. Se han hallado en dos de los abrigos. El tercero está todavía por estudiar.

Les Coves Roges también son un refugio de fauna protegida. Anidan halcones y lechuzas. En estas paredes calcáreas, habitaba el eslizón ibérico, un pequeño lagarto amenazado. Pero los contenedores de basura han provocado que los gatos se adueñen de este cortado de gran valor natural y arqueológico.