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El empresario que quiere construir un restaurante en primera línea de Xàbia alega contra la denegación de la licencia

Acusa al alcalde de "desviación de poder" y difunde una recreación del negocio en el Segon Muntanyar

El empresario que quiere construir un restaurante en primera línea de Xàbia alega contra la denegación de la licencia

El empresario que quiere levantar un restaurante en primera línea del litoral del Segon Muntanyar de Xàbia (su parcela es la única que queda sin construir) ha recurrido la denegación de la licencia. En sus alegaciones, afirma que el alcalde, José Chulvi, del PSPV, ha incurrido en "desviación de poder". Recuerda que el ayuntamiento concedió en un primer momento la licencia y luego esgrimió que el promotor no había pagado las tasas en el plazo legal y, por tanto, el permiso quedaba anulado.

El empresario, que ha difundido una recreación del restaurante, sostiene que ese "defecto de forma" que planteó el ayuntamiento es subsanable. Y afirma que la prueba de que es así es que el propio ayuntamiento otorgó el pasado mes de julio la licencia. También niega que el futuro Plan Estructural de Xàbia impida abrir un restaurante en la primera línea de la playa de piedra tosca del Segon Muntanyar. Dice que las instalaciones que sí quedan prohibidas en este ámbito son las industriales.

Este empresario también carga contra la recogida de firmas iniciada por los vecinos del Segon Muntanyar. Afirma que se sostuvo en "falsedades" y que la promovió una familia que tiene un chalé en primera línea y colindante a este parcela. Incide en que en este tramo litoral hay 39 chalés construidos y que el único solar libre es en el que ha proyectado el restaurante, que "constituye menos del 0,80 % fdel espacio urbanizado, por lo que difícilmente puede alterar un paisaje ya definido".

También defiende su proyecto, que califica de "coherente" y parecido en tipología a los chalés. La obra, explica, se limita a una planta de 140 metros cuadrados y otros tantos de terraza y respeta el deslinde marítimo terrestre, tanto los 20 metros de la servidumbre de protección, como los seis de libre tránsito. El empresario afirma que la familia colindante "incumple" esas distancias.

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