La pandemia ha reducido a polvo los anteriores cataclismos. Ni punto de comparación. El polvo tiene, eso sí, una textura parecida a la arena, que se ha volatizado de tres tramos del litoral de Dénia. Gloria, el furioso temporal que en enero de 2020 devastó la costa de la Marina Alta, ha dejado secuelas, estragos crónicos en tres playas dianenses. Ya sufrían una regresión galopante. Gloria les dio el golpe de gracia. Y ahora, en el verano de 2021, siguen arrasadas. No tienen ni pizca de arena. Los muros derribados, hechos pedazos, y los escombros dibujan un destrozo que es el del tiempo detenido. Parece que la tempestad hubiera pasado como una apisonadora ayer mismo. Pero ya es el segundo verano que no queda más que ruina en el Blay Beach (una franja de les Marines) y en tramos de les Deveses y la Marineta Cassiana.

Y no es porque el ayuntamiento se haya dormido en los laureles. Al contrario. El 16 y 17 de febrero, cuando todavía quedaba lejos el verano, envió al Servicio de Costas de Alicante propuestas muy concretas para rescatar este litoral. Planteó sacar arena de Els Molins e incluso cribar las toneladas de algas (en realidad, posidonia oceánica) que se retira cada invierno del litoral. En ese cribado, se recupera sedimento.

Pero Costas ha dicho «no» una vez tras otra. Afirma que esas actuaciones puntuales, quirúrgicas, «comprometen el equilibrio del sedimento» del litoral dianense. Y avisa de que son actuaciones condenadas a la larga (incluso a la corta, que los temporales son caprichosos y lo mismo llegan en agosto que en enero) a quedar en nada. Lo cierto es que la experiencia demuestra que los aportes puntuales pueden salvar el verano, pero la erosión es tan fuerte que el mar volverá a asediar las casas de primera línea. Costas se aferra a lo que ya se sabe, que hasta que no se lleven a cabo los proyectos de regeneración, con diques que consoliden la arena, arrojar camiones de sedimento es una batalla perdida.

Pero el ayuntamiento no se da por vencido. El último pleno aprobó con el apoyo del gobierno local, del PSPV, y la abstención de Compromís, Ciudadanos, Gent de Dénia y PP, solicitar a Costas que aporte arena en el tramo en el Blay Beach, en les Deveses y en la Marineta Cassiana para «garantizar la integridad y adecuada conservación, adoptando las medidas de protección y restauración necesarias».

Mientras, perviven los estragos de Gloria. En el Blay Beach, parece que ha estallado una bomba. Los muros están despedazados. La puerta de la urbanización Mariola, de rejas, un antiguo acceso privilegiado al mar (la de la imagen), se mantiene en pie de milagro. Desmedrada, es lo único que aguanta en un litoral destruido y en constante regresión.