El urbanismo de los chalés de lujo es inmune a las crisis. En los acantilados de Xàbia se sigue construyendo. Las promotoras derriban viviendas de los años 80 y 90 y hacen sitio para nuevos chalés. También aprovechan suelos donde antes parecía inverosímil hacer obras. El sector evoluciona. Incorpora nuevas técnicas.

Ahora sorprende un chalé que se está levantando en la exclusiva urbanización de la Corona (es uno de los lugares de Xàbia donde el metro cuadrado es más caro). La promotora ha pasado del hormigón. Nada de pétrea estructura. El chalé se monta como un mecano.

La técnica que se está empleando para «armar» este chalé de lujo es la del «steel framing», que consiste en montar bastidores de acero galvanizado. La gran ventaja es que las obras avanzan a toda mecha. Estos chalés con osamenta de acero se construyen mucho más aprisa. Esa novedad es importante en un segmento, el de las casas de lujo, muy apresurado. Los propietarios quieren tener su vivienda de ensueño cuanto antes.

Otra ventaja es que la casa se sacude los recurrentes problemas de humedades. Las estructuras de hormigón y los forjados son porosos, mientras que en el acero galvanizado no entra la humedad.

Es pronto para saber si estos revolucionarios chalés harán camino en Xàbia. Lo que si salta a la vista es que el urbanismo de lujo e impresionantes vistas (la urbanización de la Corona se asoma a la bahía) es imparable. Tiene la fortaleza del acero.