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JUICIO EN LA AUDIENCIA DE ALICANTE

Juicio por la muerte en Xaló de un joven de Villalonga: "Le golpearon la cabeza como si fuera un balón de fútbol"

Los testigos no logran identificar al autor de la patada tras la que murió el joven de 24 años

Juicio por la muerte en Xaló de un joven de Villalonga: "Le golpearon la cabeza como si fuera un balón de fútbol"Alex Domínguez

Alejandro Pavía, un joven de Villalonga (la Safor) de 24 años, murió la madrugada del 27 de marzo de 2017 durante una pelea frente a un pub de Xaló (la Marina Alta). Todos los testigos coincidieron en señalar que después de una brutal patada en la cabeza, el joven no pudo levantarse. Un golpe cuya violencia todavía les seguía estremeciendo pero ninguno de ellos pudo identificar este martes a los dos acusados como autores del mismo. Todos ellos expresaron muy gráficamente cómo fue el golpe pero nadie pudo arrojar datos concluyentes sobre la autoría. Algunos de sus testimonios llegaron a ser contradictorios entre sí. Los dos acusados por la agresión mortal (un joven de nacionalidad marroquí y otro rumano) están siendo juzgados por un jurado popular en la Audiencia de Alicante. Un tercer implicado, también marroquí y menor de edad, ya fue condenado en su día por un juzgado de Menores por estos hechos por un delito de homicidio imprudente.

El juicio arrancó este martes con normalidad y una apretada agenda después de que una avería informática obligara a suspenderlo el lunes. En la sesión se condesó toda la prueba prevista para los dos primeros días de la vista oral. Los testigos que declararon este martes apuntaron a que la víctima se estaba enfrentado contra tres personas, fue derribado de un puñetazo y antes de que pudiera levantarse recibió una nueva patada en la cabeza tras la que empezó a sufrir convulsiones tras desvanecerse y de la que jamás despertó. "Sonó como un melón cayendo desde un quinto piso", "le golpearon como si fuera un balón de fútbol", "era como una de esas pelotas de feria, que te dan más puntos a mayor fuerza", "el agresor tomó carrerilla para dar la patada"... Éstas son algunas de las gráficas expresiones con la que los testigos describieron el golpe brutal. Sin embargo, no supieron precisar quién fue el autor de la patada. Unos testigos apuntaban al menor, otros no sabían cuál de los dos acusados mayores había podido ser y otros apuntaban a terceras personas no acusadas que irrumpieron en la trifulca.

Algunos de los testigos aseguraron que los acusados se marcharon del lugar con la víctima inconsciente en el suelo burlándose y jactándose de lo que acababa de pasar, llamándole "españolito de mierda". "Levántate si puedes que te matamos otra vez" es otra de las frases que les escuchó decir otra de las amigas del fallecido. Algunos de los testigos coincidieron en señalar que la víctima llegó a arrancarse la camisa para pelearse con los acusados, mientras que otros señalaron que éste trató de alejarse de ellos mientras era atacado por los tres. Otros testigos explicaron que había varios grupos enfrentados esa noche. 

Inicialmente el acusado de nacionalidad marroquí apuntaba en sus declaraciones al otro procesado como autor de la patada. En su declaración en el juicio, no dijo nada sobre la patada. Ni la propinó él, ni tampoco sabía quién lo hizo. "Le di un puñetazo y le dejamos en el suelo", aseguró. Este procesado admitió que la pelea empezó porque "parece que hice un comentario fuera de lugar a una de las amigas de Alejandro y a ella le molestó. Todos íbamos un poco bebidos. Una palabra llevó a la otra y empezamos a pelearnos", aseguró. "Allí había mucha gente y llovían las hostias por todas partes", relató. Tras derribarle, sostiene que se marchó con el menor del lugar, sin ser consciente de la gravedad de las lesiones de la víctima.

En parecidos términos se expresó el segundo acusado, que recalcó que no conocía a la víctima, ni era amigo de su compañero de banquillo. "Conocía al más joven y al ver que se metía en una pelea y que Alejandro se ponía muy agresivo, fui a separar y a sacarle de allí", explicó. Negó haber sido el autor de la patada. "Alguien me pegó y yo devolví el puñetazo. Después me marché a mi casa", aseveró.

La Fiscalía acusa a ambos de un delito de homicidio doloso por los que reclama una pena de doce años de cárcel, mientras que la acusación particular que ejercen los padres de la víctima les imputa por asesinato, por lo que pide 20 años de cárcel. Durante sus informes, las dos acusaciones incidieron en que era irrelevante cuál de los dos fue el autor de la patada porque ambos asumieron que con sus golpes podían acabar con su vida e iban alternándose mientras le agredían.

Por su parte, las defensas incidieron en que el informe de la autopsia establecía que no fueron los golpes los que acabaron con la vida de la víctima, sino que éste sufrió una crisis cardiaca durante la trifulca. "Hay que pedir justicia, no venganza", ha dicho uno de los abogados de la defensa, el letrado Francisco González. Los informes médicos van a ser una de las claves del juicio y es el jueves cuando están citados los peritos que presentarán informes con conclusiones contradictorias sobre las causas de la muerte. Mientras, el viernes será la jornada en la que el jurado tendrá que deliberar el veredicto.

En la causa estaban citados como testigos los padres de Alejandro, que ejercen la acusación. Su letrado renunció a que ambos testificaran a fin de que pudieran asistir a las sesiones del juicio y poder ver lo que decían los testigos sobre las circunstancias en las que murió su hijo.

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