El malestar entre un amplio sector de los vecinos de la playa de Canet d'En Berenguer, propietarios de segunda vivienda en su mayoría, con respecto al elevado recibo del impuesto de bienes inmuebles (IBI) se ha convertido en un factor importante antes de los comicios municipales.
Los vecinos de la playa se sienten como «los tontos que vienen poco, que solamente aprovechan los servicios uno o dos meses al año y a quienes penalizan un 40 % por no votar. De esta forma, subvencionamos con nuestro dinero, a fondo perdido, a todos los políticos y resto de habitantes empadronados, vivan o no vivan en Canet, pero con derecho a voto», según ha remitido un afectado al buzón del ciudadano del ayuntamiento, donde expresa su queja por no poder optar a esa bonificación del 40 % del recibo que tienen los empadronados, y apunta también que será justo antes de elecciones cuando los beneficiados por este descuento reciban esta bonificación.
Desde el sector de propietarios se insiste en el elevado IBI que pagan, que es equiparable «al de Madrid, Zaragoza o Teruel, pero sin los servicios que allí disfrutan».
Desde el equipo de gobierno que encabeza el alcalde, Leandro Benito (PP) se ve en este tipo de argumentaciones la mano del partido político más activo en la playa: Iniciativa Playa de Canet (IPC). Según señala «se trata de la principal baza de IPC, que nos achaca un muerto histórico que viene de la revisión que se hizo en 2004 que supuso un incremento anual del 10 % hasta 2014».
Benito argumenta que «aunque estos propietarios disfruten unos meses, los servicios se mantienen todo el año», a lo que añade que «lo que intentamos es fomentar el empadronamiento para que así aumente la asignación del Estado, que financia a los municipios en función de sus primeras viviendas. Quien tiene una segunda vivienda, esa suerte tiene, ya que no todo el mundo puede tenerla».
En cuanto a una posible bajada del IBI para todos los vecinos y no sólo los empadronados, Benito señala que «hemos bajado este año dos puntos el tipo del gravamen y queremos seguir bajándolo siempre y cuando no suponga una merma en los servicios», y anuncia de cara al futuro que «estamos estudiando si sería posible pedir al catastro que realice una revisión a la baja para que se actualicen los valores con la situación actual del mercado».
