Un perro de una raza potencialmente peligrosa alarmó ayer a bañistas de la playa del Port de Sagunt al ir por la zona suelto y sin bozal, en contra de lo que marcan las ordenanzas municipales y la legislación específica que regula la tenencia de este tipo de mascotas.

Pese a estar prohibida su presencia en esta zona de costa, como se indica en numerosos carteles, el animal vagó por la orilla solo y sin ningún dispositivo que le impidiera morder a cualquier persona, como se exige por ley a las razas potencialmente peligrosas.

Además, llegó a acercarse hasta unos niños y mordió un «churro» que llevaban, si bien pudo ser capturado por agentes de la sección de Playas de la Policía Local y trasladado a la posta sanitaria. Allí se comprobó que tenía chip y eso permitió contactar con su propietario, un vecino del Port que lo recuperó posteriormente. No obstante, los agentes le propusieron para sanción porque el perro hubiera accedido a la playa y hubiera defecado allí, y además, estuviera suelto y sin bozal, aún siendo de raza potencialmente peligrosa.