Las asociaciones de madres y padres de alumnos de los colegios María Yocasta del Port y Villar Palasí de Sagunt coincidieron ayer a la hora de levantar la voz por el caos circulatorio que sufren a la entrada y salida del colegio en el primer caso y por las molestias que generan las obras en el segundo.

El problema en el centro del Port ya se arrastra desde hace años, según admite el concejal de Educación, José Manuel Tarazona, y se centra en la «inseguridad vial» en los accesos a la hora de entrada y salida, cuando a los 600 alumnos entre 3 y 12 años se juntan las personas encargadas de su recogida. «Los conductores hacen caso omiso a las prohibiciones -lamentan desde el Ampa de María Yocasta- e incluso se producen enfrentamientos y la única solución que nos da el ayuntamiento es que nos encarguemos nosotros de colocar las vallas».

Tarazona, que reconoce comprender la queja, apunta que la solución a ese problema pasa por los servicios de Movilidad o Policía Local, aunque adelanta que los agentes municipales aumentarán su presencia en la zona, especialmente a las 16.30 horas.

Por lo que respecta a Villar Palasí, su Ampa censura que las obras «no están teniendo consideración con los alumnos», que no pueden celebrar fiestas escolares, realizar actividades extraescolares, utilizar el patio ni disponer de un sitio para la Educación Física, además de sufrir las molestias de los ruidos.

Sobre este asunto, Tarazona apunta que «es más una cuestión interna entre la dirección del centro, el Ampa y la conselleria para organizar los espacios disponibles. En cualquier caso, tratamos de dar respuesta a todas sus peticiones». Sobre el final de las obras, previsto para el 8 de mayo, el edil reconoce que van con retraso, así que «igual se alarga un poco».