El extremo abandono y el ninguneo que sienten los vecinos del barrio Baladre es la principal queja que sus representantes trasladaron a los concejales del PP en Sagunt durante la reunión mantenida recientemente entre ambas partes. Según destaca el portavoz popular, Sergio Muniesa, estas reivindicaciones no solo afectan al gobierno municipal, sino que se extienden a la Generalitat y se traducen en la "nula preocupación" y la falta de inversiones.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia vecinal es comprobar como el cuatripartito no reclama mejoras al gobierno autonómico para arreglar fachadas o reparar algunos pisos, ni lleva a cabo las mejoras prometidas, es decir, "no se toman en serio el barrio". Para avivar este malestar, el colectivo supo por el PP que el Govern del Botànic "rechazó en Les Corts una enmienda para invertir en la rehabilitación del barrio y en Bajo vías, sin que Quico Fernández y sus socios hagan nada por evitarlo".

Esta falta de inversiones contrasta con los anteriores mandatos, destacan desde el PP, cuando se rehabilitaron 50 viviendas para familias en riesgo de exclusión "Lo único que piden los vecinos -destaca Muniesa- es el cumplimiento de los acuerdos adoptados en una reunión a principios de año, tras hacer público en los medios de comunicación su descontento por el abandono del barrio". En ese momento, según los populares, el cuatripartito se comprometió a tomar medidas, pero "la realidad es que no han llevado a la práctica ninguna. Solo reaccionan ante las críticas, como hemos visto con hosteleros y las terrazas, los vecinos de fusión, los mayores€"

Entre los incumplimientos se encuentran "los juegos infantiles en las plazas, un terraet que se cae y no reparan, la falta de limpieza que hace que los jardines estén como estercoleros, la falta de presencia policial, la eliminación de ayudas directas para el barrio o la falta de control de plagas". Este abandono provoca que "los logros alcanzados en la anterior legislatura se hayan perdido en tres años".

Otra de las desconsideraciones del cuatripartito con Baladre, según siempre los populares, es que les reclamaran a los vecinos informes sobre los desperfectos estructurales en algunos bloques de edificios para recabarlos y trasladarlos a la Generalitat, pero "ni han recogido las quejas, mientras los ladrillos se caen y por toda respuesta han obtenido un requerimiento del ayuntamiento solicitando a los vecinos que reparen las fachadas cuando la mayoría de los inmuebles son titularidad de la Generalitat. Han hecho poco y mal".

Baladre se ha convertido en un barrio que, de ser prioritario en el anterior mandato, "hoy solo recibe promesas por parte del equipo de gobierno, que no solo no se cumplen, sino que además se frenan en Les Corts con un rechazo absoluto a las mejoras para el barrio", concluye Muniesa.