El principal motivo que ha llevado a la condena del exsecretario de Canet d'En Berenguer, José Antonio Sancho Sempere, es la evidencia de que facturó trabajos al Consorcio de Museos que nunca llegó a realizar. Esta inexistencia de los informes queda acreditada, según la sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de València, por la justificación del exfuncionario, quien, preguntado durante el juicio por esta cuestión, señaló que un supuesto accidente eléctrico ocurrido en diciembre de 2013 hizo que se fundiesen los ordenadores con la consecuente pérdida de toda la información.
El fallo considera este argumento «inverosímil» a tenor de la declaración de la persona encargada del mantenimiento informático en el conglomerado de empresas de Sancho. Las palabras de este hombre «en modo alguno vienen a sustentar la endeble justificación proferida por el acusado».
A lo largo de una sentencia en la que se desgranan cada uno de los supuestos trabajos que se facturaron por más de 50.000 euros al consorcio, se pone especial acento en la renovación de los estatutos de este organismo público, por los que se abonaron 7.000 euros pese a que nunca se llegaron a aprobar, según reconocieron varios testigos.
En el análisis del material informático intervenido durante los registros de la Guardia Civil en las sedes de varias de estas asesorías, señala explícitamente la sentencia, «no se localizó ningún trabajo que justificara los movimientos económicos entre las mercantiles».
Sin ajustarse a la ley
En el extenso informe pericial técnico contable que se elaboró durante las diligencias previas también se incide en que los supuestos trabajos se adjudicaron a las empresas controlados por el exsecretario de Canet sin someterse a ninguno de los procedimientos que rige la contratación del sector público.
