Tolstoi decía que había tantos amores como corazones. También hay tantos niveles de dependencia como enfermos mentales graves. Sin embargo, todos necesitan tener reconocidos sus derechos. Un 50 % de ciudadanos dependientes se estima que no los tienen y esto se debe a que La Ley de Dependencia, que comenzó su andadura en 2007, no ha sido eficaz hasta hace poco.

Esto fue lo que se concluyó en la II Jornada de la Asociación Pro Salud Mental (Aprosam), el encuentro anual de los enfermos, sus familias y los sanitarios y trabajadores sociales que los atienden, que este año se desarrolló en el Hospital de Sagunt.

La tarde la abrió José Manuel Verdugo, presidente de Aprosam, una asociación de familiares y enfermos mentales que empezó su andadura en 2017. Verdugo recordó que se estima en mil las personas que podrían necesitar los recursos socio-sanitarios disponibles en la comarca y consideró que estos son claramente escasos.

Victoria Belis, Jefa de los Servicios Sociales Municipales en Sagunt, ilustró el funcionamiento de los equipos de intervención y su andadura en las últimas décadas para acercar los servicios a la ciudadanía. Se detuvo en el Programa Voramar para enfermos mentales graves y en cómo en los últimos años se ha visto un aumento de los recursos disponibles.

El motivo es que la Ley de Dependencia, que nació en los albores de la crisis y de cuya financiación se receló, se ha desbloqueado por fin. El impulso definitivo se ha notado desde que la gestión de los expedientes, que se acumulaban en la Conselleria de Igualdad y Asuntos Sociales, ha sido ahora transferida a los municipios. Hasta entonces, cuatro únicas funcionarias se encargaban antes del trámite para toda la Comunidad Valenciana y demasiadas personas que tenían reconocido el derecho a prestaciones fallecieron antes de disfrutarlas.

Sin embargo, esto ha ido cambiando. Sagunt ha sido, desde enero del 2018, uno de los municipios con más celeridad en el trámite de solicitudes, según aseguró Belis. 2.500 expedientes se han resuelto desde esa fecha. Y aseguró que más de 300 enfermos mentales están disfrutando de los recursos repartidos por la comarca. El catálogo incluye pisos tutelados (2 pisos abiertos en Port de Sagunt este año), centros de día y ocupacionales, CRIS Puzol (Centro Rehabilitación e Inserción Social), CEEM Monte Arse (Centro Especial Enfermos Mentales), prestaciones al cuidador principal, al dependiente, teleasistencia, recursos de respiro familiar e incluso un «asistente personal». Esta última figura causó mucho entusiasmo entre los asistentes, dado que se trata de una persona encargada de acompañamientos activos al ciudadano dependiente (como en el transporte público, compras y otras rutinas diarias).

En el debate se oyeron felicitaciones, proyectos e ideas pero también la voz crítica de las familias a cuyos enfermos, a menudo catalogados en el grado 1 de dependencia, se les han negado hasta estas prestaciones. No obstante, Belis insistió en que existe un 50 % de dependientes que no han solicitado el reconocimiento de sus derechos, pidió la promoción de este trámite y animó a hacerlo pues se pide, las prestaciones pueden tardar pero se pagan con arreglo a esa fecha.