La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) va a solicitar informes oficiales de lo ocurrido el pasado fin de semana en las fiestas de Sagunt cuando un toro embolado que participaba en un encierro se escapó tras romper una valla del río y vagó suelto toda la noche e inclusó embistió con fuerza dos vehículos policiales que le cerraron el paso hacia la localidad.

Desde la entidad ya han adelantado a este diario que van a pedir detalles tanto al Ayuntamiento de Sagunt como a la Subdelegación del Gobierno en València «a los efectos de estudiar presuntas responsabilidades», pues insisten en que estos actos «no se encuentran avalados por el Derecho positivo vigente» y de ahí que, desde 2014, lleven reclamando su eliminación en Sagunt y en otras localidades valencianas. «Por mucho que se prevea modificar el decreto de Bous al carrer para autorizarlos, ahora mismo no lo están», sostienen.

Así lo indicaba el presidente de esta entidad que ya consiguió que se eliminara la suelta de patos vivos en las fiestas del Port de Sagunt, tras una larga batalla legal. «Con el comportamiento de este pobre animal embolado con fuego, como el de muchos otros bous embolats, evidencia el inimaginable sufrimiento y terror que estos animales experimentan, que han enloquecido de terror hasta el extremo de golpearse contra el pilón de embolar y morir en el acto, como ocurrió en Foios, que fue objeto de profundas críticas de la prensa internacional», decía el presidente de la entidad, Alfonso Chillerón.

Además de reiterar que «lo sensato» es «renunciar a someterlos a tratamientos antinaturales como es éste, pues todos los seres vivientes huimos del fuego y todos los embolados se resisten, con todas sus fuerzas, a la emboladura», desde la asociación se recalca que «resulta inadmisible que Sagunt, que se proclamó en su día "Ciudad amiga de los animales", pueda seguir albergando en el seno de sus fiestas, espectáculos de gran sufrimiento animal como son los bous embolats o toros con artilugios metálicos sujetos a los cuernos con grandes bolas inflamables que luego son encendidas... impensable en una sociedad avanzada del siglo XXI».

Las redes sociales también se han hecho eco de la noticia.