«Benavites els pobles convida a cantar l'Aurora per camins germans, cantarem a la llum i a la vida i a Nostra Senyora, la flor de les Valls. Veniu a cantar que perdons i molt plena indulgència avui a Benavites haureu de guanyar», con estos versos de Josep Martínez Rondan persiste año tras año, la Romería a la Vall de Segó. Una marcha que recorre la subcomarca el primer domingo de agosto con la procesión en su tramo final de la Mare de Déu dels Àngels.

Con el soporte de su caña y el deseo de peregrinar por todos los templos de les Valls, los romeros iniciaron su marcha a las cuatro de la madrugada. El punto de origen, la Parroquia de la Mare de Déu dels Ángels de Benavites; seguida dels Sants Joans de Faura, Sant Gil de Benifairó, Sant Miquel de Quart o Santa Anna de Quartell además de las ermitas y capillas que encuentran a su paso. Centenares de participantes en la IX Romería de la Aurora que valoraron unánimemente la belleza del camino, la salida del sol y el ambiente de cooperación que se disfruta en la marcha.

Una iniciativa que persiste gracias a la labor y el empeño de la Asocación Amics de Benicalaf; un grupo de vecinos de Benavites y otros municipios de les Valls que trabajan año tras año por el desarrollo de este encuentro.

«La Romería nos une en el camino, la Associació d'Amics de Benicalaf ha logrado convertir la Romería en un acto tradicional en el que les Valls camina unida. El 2020 volveremos a estar aquí» afirmaba Carlos Gil, alcalde de Benavites.

Desayuno en Benavites

Este encuentro vecinal que aúna testimonio, compromiso con el patrimonio, fervor religioso e implicación medioambiental ya que los impulsores de la marcha abogan por la defensa del templo dedicado a Sant Jaume en Benicalaf y todo su entorno. Benavites se convirtió una vez más en municipio acogedor de los romeros que pudieron desayunar antes de la celebración eucarística en la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels, presidida por el párroco de les Valls, Guillermo Carrasco. Tras la misa, la marcha prosigue acompañando la imagen de la virgen hasta Benicalaf donde se vivió una vez más, la bendición de los términos, la tradicional protección de cosechas y campos que unió a les Valls en la plegaria.

La Romería de la Aurora mostró una vez más su compromiso con el patrimonio histórico de Benavites, una apuesta por recuperar el templo del s XVIII, único testimonio de los poblados fundacionales de la subcomarca. El templo de Sant Jaume de estilo manierista; presenta una sola nave divida en tres tramos y la cabecera. De planta rectangular presenta todavía una bóveda con frescos en los que todavía se aprecia la Eucaristía, la Inmaculada; la Trinidad y los Apóstoles. Desde que se inició este trabajo en defensa de Benicalaf, se ha logrado la consolidación de las cubiertas del templo además de su espadaña; no obstante tal y como constataron los romeros, todavía queda camino por delante para poder recuperar el templo al 100%.