Ingenio, originalidad y simpatía. Con esos ingredientes, ha afrontado el Ayuntamiento de Gilet un viejo problema que sufren muchas poblaciones, cuando llega la época de fiestas: Que muchos optan por orinar en la calle, en cualquier rincón, en lugar de utilizar lavabos públicos por muy aseados que estén.

Para combatir esta práctica, el ayuntamiento ha optado por colocar simpáticas pegatinas en varias zonas de la ciudad para que quienes van en busca de intimidad se animen a regresar a la Plaça de L' Estrela y a utilizar los aseos públicos allí instalados, de acceso gratuito. «Las hemos colocado en las entradas de las calles que dan a la plaza, para que la gente se detenga, dé la vuelta y deje de hacer sus necesidades en cualquier lado. Para eso tenemos un lugar bien acondicionado y no hace falta ensuciar nada», explicaba a Levante-EMV el alcalde, Salva Costa.

La idea de realizar esta campaña surgió después de que el mismo alcalde reparara en unas pegatinas colocadas en las aceras de las calles cercanas al paseo marítimo de Xilxes. «Allí el objetivo era pedir silencio a los transeúntes en horas de descanso y, dándole vueltas a esa idea, se me ocurrió adaptarla para promover el uso de los urinarios y así evitar que haya meadas por todos los sitios. Luego la propuesta de diseño que nos hicieron nos gustó mucho, porque creemos que hace llegar muy bien mensaje a la gente y la redirige a los WC de una manera muy simpática».

Tras la primera noche de discomóvil después de colocar estas divertidas pegatinas, los trabajadores que se encargaba ayer de la limpieza en Gilet comprobaron que la nueva campaña de concienciación no había acabado al 100% con los orines en las calles. Por ello, siguieron su costumbre de echar lejía y agua con tal de evitar las manchas. No obstante, en el ayuntamiento se esperaba que la medida dé sus frutos, aunque sea poco a poco.

«Sabemos que estas cosas llevan su tiempo, pero confiamos en que la gente se vaya mentalizando», decía el alcalde. «Todo es cuestión de educación y paciencia. La gente a veces se va por ahí solo por no esperar su turno, pero hay tres cabinas para hombres y tres para mujeres, además en buenas condiciones», agregaba.