La concejalía de Servicios Sociales de Sagunt ha puesto en marcha dos talleres para mujeres gitanas que dan respuesta a las carencias de formación detectadas en este sector. Uno de ellos trata sobre dramatización teatral y está destinado a mujeres de entre 16 y 30 años. El otro es sobre el arte de aprender, que abarca distintas materias como la lectura, la escritura, la costura o la confección de prendas de ropa, y está dirigido a mujeres de entre 30 y 55 años, franja de edad donde se detecta mayor índice de analfabetismo. El objetivo de estas acciones es mejorar sus posibilidades de trabajar.

El concejal de Servicios Sociales, Alejandro Sotoca, explica que "la idea parte de que realizamos un estudio sobre la población gitana de Sagunto y una de las conclusiones a las que llegamos es que había bastante falta de formación. Esto les ocasiona un problema a la hora de trabajar y de integrarse a nivel social, por lo que optamos por organizar varios cursos formativos. El objetivo de estas acciones es que después les permita realizar algún trabajo. Los cursos han tenido muy buena acogida, en ambos se ha tenido que hacer un segundo grupo de 15 personas, o incluso más, es decir que se han llenado y han tenido bastante éxito".

Estos módulos se iniciaron el 16 de septiembre y finalizarán el 27 de diciembre, si bien está previsto continuar con una segunda fase que incorporará un proyecto laboral. En el taller de dramatización aprenderán a emprender una compañía de teatro y en el de arte de aprender crearán una empresa de confección. De esta manera, se apuesta por la formación para el empleo en sectores más heterogéneos, diferentes a los que históricamente se dedican las mujeres gitanas.

Este proyecto está financiado por el Ayuntamiento de Sagunt y subvencionado por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

El estudio que sobre la situación de la población gitana se ha realizado en Sagunt ha puesto de manifiesto una falta de formación, así como que existen barreras culturales que complican su inserción laboral. Además, se ha constatado un menor nivel formativo tradicional de las mujeres gitanas del municipio que acota sus posibilidades laborales, con lo que se dedican laboralmente a la agricultura o a la venta ambulante.

Por otra parte, son bastantes las unidades familiares de convivencia de este sector de la población que son potenciales beneficiarias de la Renta Valenciana de Inclusión Social, siendo la formación una de las contraprestaciones fundamentales de los programas de inserción que conlleva la percepción de esta prestación.