El último en sumarse a la nómina de ilustres jugadores porteños que, tras su paso por el CD Acero, ha llegado a Primera División es Fran Gámez. El futbolista que milita en el Mallorca, donde esta temporada ha debutado en la máxima categoría, apunta sobre la entidad rojiblanca que «ha sido un club muy importante en mi carrera. Desde que se fundó la escuela -añade- empecé a jugar allí, pasando por todas las categorías hasta llegar al primer equipo», cuando todavía militaba en Regional Preferente. Como cientos de niños, Gámez reconoce que «para un canterano, llegar al primer equipo es cumplir uno de los sueños que tienes desde que entras a formar parte del club». En esa línea, el jugador, cuyo gran recorrido sobre el terreno de juego le ha permitido convertirse en lateral después de unos comienzos en los que se desenvolvía en posiciones más próximas al área rival, apunta que «cumplir 100 años no es nada fácil para un club humilde, que ha pasado a ser un referente en la Comunidad Valenciana». Así, Gámez no esconde que «para mi es un orgullo poder decir que he jugado en todas las categorías del Acero». Pero su huella va más allá, ya que también es ídolo en Sagunt al llegar a ser capitán rojillo y levantar el trofeo de la Copa Federación.