Es de aplaudir que desde el Ayuntamiento se apueste por las campañas de sensibilización y educación para mejorar la convivencia entre los animales asilvestrados que habitan en nuestra ciudad y las personas; para que ambas especies convivan con armonía y respeto en los mismos espacios públicos.

El problema se produce cuando los objetivos perseguidos y la propia campaña entran en conflicto. Y me referiré a la reciente campaña iniciada desde el departamento de Sanidad Ambiental del Ayuntamiento de Sagunto bajo el lema "Convivencia saludable con las PALOMAS" (la letra mayúscula es de la campaña).

¿Cómo se puede lanzar una campaña con el propósito de promover la "convivencia saludable" con las palomas y a renglón seguido tratarlas como a una plaga, diciendo que son "portadoras de parásitos externos (chinches y garrapatas) y sus excrementos pueden provocar diversas enfermedades transmitidas por hongos y bacterias (histoplasmosis, salmonelosis, criptococosis)"? Si es así, no hace falta gastar dinero del presupuesto en una campaña, se las mata a todas y se acabó la "rabia". Pero esa no es la solución; como tampoco lo es que los ciudadanos amantes de los animales dejemos de alimentarlas. Dejaremos de hacerlo cuando los servicios municipales se ocupen de ello, dándoles si es necesario pienso esterilizador, como ya se hace en otros municipios de la Comunidad Valenciana (València sin ir más lejos); con cargo al presupuesto municipal, por supuesto.

Con campañas como ésta lo único que se consigue es alimentar el odio y la falta de respeto hacia los animales. Y, desde luego, alejar a los más pequeños del contacto saludable con los animales urbanos.

Por otro lado, el momento para lanzar la campaña ha sido el menos indicado, en plena alarma social con el "coronavirus". Como titulaba su alocución diaria del pasado 11 de febrero Iñaki Gabilondo (El País), a propósito de esa epidemia detectada en China, «ningún virus se propaga más rápido que el miedo»- Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con las campañas que se lanzan a la opinión pública; pueden generar un pánico injustificado.

Un ayuntamiento como el de Sagunto, que gestiona una ciudad de más de 70.000 habitantes, debería plantearse seriamente la creación en su organigrama organizativo de una Unidad de Zoonosis, que atienda toda la problemática relacionada con la fauna silvestre que habita nuestra ciudad: palomas, gatos, urracas, tórtolas, cotorras, erizos, etc. Difìcilmente se pueden promover campañas de "convivencia saludable" con los animales si éstos son considerados como "plagas" y no como seres vivos susceptibles de protección y respeto -como hace el departamento de Sanidad Ambiental-.

Para próximas campañas sería deseable que, puesto que se está hablando de convivencia entre animales y personas, antes de emprenderlas se mostraran a la participación ciudadana a través del Consejo de Bienestar Animal, donde están representadas entidades cívicas y asociaciones animalistas, que podrán aportar sus diferentes puntos de vista.

Y hablando de campañas de sensibilización, no estaría de más lanzar una reclamando a los incívicos propietarios de perros la recogida de los excrementos y limpieza de los orines de sus canes de la vía pública.