La Guardia Rural de Sagunt han sorprendido a un cazador furtivo en una zona industrial donde está prohibida la caza. Ésta no es la primera vez que los agentes pillan a este vecino de Les Valls cazando en el polígono industrial de Parc Sagunt pues, según afirmaban desde el cuerpo rural a Levante-EMV, ya son cuatro las denuncias que los agentes han interpuesto contra esta persona en la Conselleria de Territorio, administración competente en materia de sanción.

El último episodio ocurría el pasado jueves cuando la Guardia Rural interceptaba a este cazador en el polígono industrial con 14 perros y 24 conejos muertos. Tal y como explican desde el Consell Local Agrari, el hombre portaba la documentación requerida y en regla, sin embargo, practicaba la caza en un lugar no autorizado para la misma , lo que supone, según los agentes «una infracción muy grave, como se recoge en la Ley de caza, artículo 55, al hacerlo en lugares no autorizados para ello», explicaban.

Otro de los datos que ha trascendido de los hechos, y que ha sido criticado por los agentes es el lugar donde el cazador tenía colocado los conejos, «encima de las jaulas de los perros, lo que los ponía más nerviosos », añadían.

Aparte del escenario donde se desarrolla la caza, los agentes también resaltan el uso de 14 perros. «Las rehalas suelen ser de 10 a doce perros, pero no es el caso, y encima llevaba 14 animales», explicaban , aspecto que también han trasladado a la conselleria.

Con ésta ya son dos las veces que ha sido sorprendido en Parc Sagunt con la pertinente advertencia de los agentes rurales, pero no han sido las únicas, ya que el paisaje escogido en las dos anteriores es el marjal dels Moros, una zona de especial protección de aves donde la caza está totalmente prohibida. En aquellos casos, y según los agentes rurales, el cazador seguía el mismo patrón de conducta, la caza de conejos con perros. «Hace caso omiso de las advertencias de los agentes y se escuda en que tiene licencia y en la necesidad de cazar».

El periplo de este vecino comenzaba en febrero de 2019, cuando se les sorprende por primera vez en el marjal y de ahí hasta tres veces más.

Desde el Consell Agrari están asombrados con este caso y la «pasividad» de la conselleria de Territorio ante las cuatro denuncias tramitadas. Una situación que ha obligado a responsables del cuerpo rural a ponerse en contacto con la administración autonómica para conocer en qué momento de la tramitación se encuentra las denuncias (trámite administrativo) y encontrar una respuesta a la falta de medidas de la conselleria.

Fuentes de la vigilancia rural aseguraban estar sorprendidos de ver cómo una persona reincidente en este tipo de faltas graves queda impune una y otra vez y lamentan que no se le haya retirado la licencia de caza, sanción recogida en la ley de caza para las faltas muy graves. Las infracciones muy graves podrán ser sancionadas «con multas de 2.001 a 6.000 euros y anulación de la licencia e inhabilitación para obtenerla por un periodo comprendido entre tres y cinco años», recoge la ley.

Pese a las explicaciones solicitadas por parte de responsables del cuerpo de vigilancia rural, «de momento, no hemos recibido contestación de la conselleria», adelantaban a este diario.

En cuanto al presunto infractor, losagentes desvelaban que se trata de un hombre de unos 30 años de edad, vecino de Les Valls, que es miembro de una de las asociaciones de caza de esta zona.