El portavoz del grupo municipal de Compromís per Sagunt y teniente de alcalde, Quico Fernández, ha mostrado su satisfacción ante la marcha de las obras de rehabilitación del Grau Vell, pese a los retrasos que han sufrido.

«He podido visitar las obras de rehabilitación y me he llevado una buena impresión a pesar del retraso que han llevado. Las obras van a buen ritmo. El monumento está adquiriendo muy buena imagen, hacía mucha falta. No solo estaba en una situación de ruina, sino que, además, estaba generando un mal aspecto en todo el barrio. Son obras de restauración para preservar el monumento, pero también para ponerlo en valor. De hecho, cuando acabe la primera fase el fortín ya será visitable, por lo tanto la torre como la batería e incluso el refugio de la Guerra Civil podrán ser entendidos y visitables. También se está interviniendo en el cementerio de la batería, los muros y el patio de atrás del fortín que será una plaza pública. Por otro lado, se está rehabilitando la fachada y se está actuando en el interior del almacén. Es muy importante», asegura el edil.

Como apunta el portavoz nacionaliststa esta iniciativa emprendida en el anterior mandato, en su época de alcalde, «ha costado sobre un millón de euros y va a ser financiado por los fondos FEDER de la Unión Europea, la Conselleria, la Diputación de València y estamos pendientes de una aportación del 1,5 por ciento cultural del Ministerio que reclamamos y en la pasada legislatura no llegó y que todavía no se ha concretado. En cualquier caso, será el mismo ayuntamiento quien aportará la cantidad que corresponda si el Ministerio no aportara ese dinero. Se trata de un espacio concedido al mismo ayuntamiento para recuperarlo porque estaba muy degradado».

Fernández concluye diciendo: «Ahora tenemos que pensar qué uso damos a este patrimonio. Desde el principio hemos planteado que se tendría que habilitar un espacio museístico de interpretación de esta parte tan importante desde los orígenes de Sagunt como es el hecho de ser una ciudad portuaria, marinera, abierta en el mundo y al comercio desde hace 2.500 años. Por este motivo necesitamos la ayuda de otras administraciones y de la consellería porque el espacio se lo merece. Hay que recordar que la rehabilitación tendrá diferentes fases, en primer lugar evitar la ruina, en segundo lugar poner en valor el puerto antiguo que está totalmente abandonado y completar la excavación para que pueda ser visitado por toda la ciudadanía. También se tienen que habilitar las calles y dotarlas de los servicios básicos. Es un espacio singular, que es Bien de interés Cultural, que tenemos que aprovechar y poner en valor porque es muy importante para nuestro proyecto de patrimonio de la humanidad».