El astillero de megayates de Sagunt que hace años deslumbró y luego acabó ahogado por la crisis encara ahora un nuevo rumbo. Impulsado en 2006 con una iversión de 18 millones de euros cuando la Copa América relanzó el sector náutico, el lugar llevaba varios años en venta, pero el grupo Ibaizabal ha adquirido este otoño la antigua Vulkan Shipyard con idea de revitalizarla.

Desde el ayuntamiento se espera que la naviera vasca pueda reactivar definitivamente estas instalaciones que durante los últimos años han estado abandonadas.

El alcalde de Sagunt, Darío Moreno, visitó este miércoles el lugar para conocer los proyectos que tienen en previsión los nuevos directivos y su impresión no ha podido ser mejor.

De hecho, el alcalde resaltaba que el ayuntamiento «considera muy interesante» la nueva hoja de ruta marcada para retomar la actividad de este lugar que nació como un impresionante astillero-varadero, de los más grandes del Mediterráneo para hacer yates de lujo.

Moreno ha destacado la parte de reactivación económica que supondrá para la ciudad. Por ello, asegura que «el ayuntamiento ha puesto el acento en que se cuente con las empresas locales para cualquier tipo de servicios que puedan necesitar».

Interés en la FP dual

Además, ha puesto de relieve que dará lugar a la contratación de personas y ha anunciado que el proyecto que quieren desarrollar incluye aspectos de formación dual, por lo que afirma que «desde el ayuntamiento trabajaremos para ponerlos en contacto con los diferentes centros del municipio que trabajan con formación profesional».

Por último, el primer edil ha señalado que se trata de «un proyecto prometedor y una muy buena noticia para la ciudad. El ayuntamiento estará ayudando para que este proyecto despegue en el menor tiempo posible», señalaba respecto a este astillero ubicado junto a la cofradía de pescadores.

El astillero de Vulkan entró con fuerza en 2007. Entonces, presentó el proyecto del megayate de aluminio más grande construido y diseñado íntegramente en España. Pero los problemas que ya quedaron claros en sus cuentas de 2009 acabaron llevando a que en 2011 acabara en concurso de acreedores.