La Conselleria d’Agricultura ha cerrado su balance del pasado ejercicio, que en el Camp de Morvedre no solo confirma la tendencia que se sigue desde hace más de un década con el abandono de tierras de cultivo, según informó Levante-EMV, sino que refleja que los campesinos de la comarca sufrieron más de 2 millones de euros en pérdidas debido a los fenómenos meteorológicos.

Concretamente y según esta información, los más dañinos fueron los vientos de cerca de 80 kilómetros por hora que se registraron en enero del año pasado y que supusieron un destrozo para los campos de naranjas de la comarca cuantificado por encima del millón de euros. Por detrás se sitúa otra vez este tipo de fenómeno, pero en este caso el registrado en marzo, mientras que tanto los vientos como las lluvias, particularmente las caídas en noviembre y las pérdidas provocadas entre los productores de caquis, centraron los daños causados por las inclemencias climatológicas, siempre según la información recopilada desde la Conselleria d’Agricultura.

Los principales desperfectos por accidentes meteorológicos durante el pasado año se centraron en Sagunt, donde se perdieron casi 4.900 toneladas de cultivo, mientras que por detrás se quedó Algímia d’Alfara con cerca de 400 toneladas.

Este estudio de la Generalitat también hace recuento de la producción agrícola del Camp de Morvedre durante el pasado ejercicio, que rozó los 58,6 millones de euros. De esta forma, las pérdidas se quedaron en el entorno del 4 %, según siempre estos datos. El almendro, el albaricoque o los campos de mandarinas fueron otros productos sobre los que estos fenómenos meteorológicos tuvieron más incidencia.

Drama

Estos números no resultan tan dramáticos como ocurre en otras comarcas de la geografía valenciana. En este aspecto, los peor parados durante el año pasado fueron los agricultores de la Ribera Baixa, donde se perdió más del 20 % de la producción, concretamente más de 24,4 millones de euros.