Ante los reiterados actos vandálicos registrados en la piscina de Quart de les Valls, el equipo de gobierno se ha visto obligado a contratar un servicio de vigilancia nocturna. Durante todo el verano decenas de personas han saltado las vallas del recinto y han protagonizado botellones, fiestas y encuentros poco apropiados en un espacio municipal cerrado. “No ha sido algo puntual, ni un simple acto infantil limitado a un furtivo baño nocturno. Son quedadas en las que se juntan grupos numerosos. No solo beben y escuchan música sino que destrozan mobiliario, farolas y demás elementos que posteriormente debemos reponer o reparar” afirmaba Nestor Albert, alcalde del municipio.

El complejo veraniego de Quart de les Valls está funcionando al cien por cien durante todo el verano. El estricto cumplimiento de las medidas sanitarias y el buen ambiente que ofrece el entorno suele generar una demanda sostenida durante todo el horario de apertura del recinto. Centenares de usuarios tanto de la localidad como visitantes de la comarca han podido disfrutar de este espacio ubicado a escasos metros de la Font y con vistas a las montañas que cierran el valle. Un ambiente agradable combinado con la apertura que reclama la situación sanitaria perfilan la piscina municipal como una de las instalaciones más vividas y participadas de todo el año. Por ello, el equipo de gobierno ha lamentado sumamente las acciones irresponsables de estos grupos de personas que no respetan las instalaciones municipales y desafían la normativa existente en la localidad.

“Hemos optado por un servicio de vigilancia nocturna para evitar, por una parte el efecto llamada que puede generar el conocimiento de reuniones de este tipo en espacios cerrados para el uso público en determinadas franjas horarias y sobre todo pretendemos evitar cualquier posible accidente en el que se registrasen daños mayores” añadía Nestor Albert.

Los usuarios de la piscina municipal de Quart valoran notablemente sus prestaciones, tanto el entorno como las propias piscinas en las que parece normalizarse la situación compleja generada por la Covid-19 en las dos últimas temporadas estivales.

“La decisión de abrir la piscina municipal fue difícil; no obstante primamos la necesidad de ofrecer un posible bienestar a la población; la importancia de garantizar espacios seguros y ofrecer a los vecinos de Quart un verano menos complejo eran nuestro objetivo. Ahora, con esta medida intentamos mantener dicho bienestar y garantizar el cuidado de una instalación municipal como la piscina” según el alcalde.