Faura reconoce a la reputada oncóloga Anna Lluch

La prestigiosa oncóloga Anna Lluch cuenta desde ayer con una escultura dedicada en su honor en uno de los rincones más especiales de la montaña de la Rodana de Faura, el «Passeig de les Dones». 

Fue la manera que escogió el ayuntamiento presidido por Consol Duran para mostrar su reconocimiento a una mujer que ha sido pionera en la medicina valenciana. 

El acto reunió a numerosas mujeres a las que la doctora no sólo les salvó la vida, sino les animó a seguir en la lucha. «Contigo participé del estudio y gracias a ello avanzamos», se pudo oír entre otras muestras de agradecimiento incluso de personas que la conocieron cuando trabajaba en el Hospital de Sagunt. 

El trabajo artístico realizado permitirá además que los vecinos de la Vall de Segó puedan caminar e interactuar con una escultura definida como «esperanza» por el artista de Benifairó de les Valls que la forjó, Boro Picher.

La razón es que Picher ha creado una figura de bronce que se alza desde las cadenas de la enfermedad al horizonte de posibilidades que abre la medicina articulada con responsabilidad, humildad, espíritu de servir a los demás y dedicación. 

Anna Lluch, la mujer que quiso ser médico y durante toda su vida ha vivido, defendido y participado de la sanidad pública, agradeció el gesto y se mostró visiblemente emocionada, especialmente, al ver a muchas de sus pacientes. 

La alcaldesa de Faura, Consol Duran con su equipo de gobierno y los miembros de la corporación acompañaron a la doctora Anna Lluch en un acto que comenzó en la Rodana, pero continuó en el ayuntamiento, donde firmó en el libro de honor y hubo una tertulia posterior.

El reconocimiento reunió a más de cien personas que aplaudieron unánimemente a la investigadora y aprovecharon en el salón de plenos para hacerle todo tipo de preguntas a las que ella contestó encantada, tras hacer hincapié en derechos de los enfermos, como a recibir toda la información sobre su patología o a una segunda opinión médica.