S alvador, nos hiciste amar el motor y a las gentes de las dos ruedas. Te conocí en la Feria de las Dos Ruedas, que presidiste durante doce años, aproximadamente los mismos que yo vine a estar en la Institución. Fue un placer compartir contigo tantos momentos de ilusión por un proyecto que València necesitaba y que las autoridades acabaron comprendiendo, tras manifestación motera incluida, para la construcción del circuito de Cheste, con el apoyo del president Lerma. Tu actividad era febril y tus compañeros de la Federación Valenciana de Motociclismo, no descansaban para la consecución, contigo, del éxito de la Feria y del circuito. El circuito Ricardo Tormo, que homenajea a un gran piloto valenciano, «Ricardet», cuyo libro dedicado, «Yo, Ricardo», guardo como oro en paño, y cuyo recuerdo vuelve, de nuevo, al pasar a diario por la plaza de Sant Bult, donde una placa le rinde homenaje, y cuando se celebra el Gran Premio con el que finaliza el Mundial de Motociclismo. El circuito es hoy motivo de orgullo para los valencianos y de admiración para los miles de aficionados que lo vistan anualmente.
Más tarde, frecuenté tu casa, el restaurante Salvador, en l'Estany de Cullera, preciosa localización y establecimiento, donde la calidad de los menús, por supuesto los arroces, a los que tu libro rinde justo homenaje, permanece imborrable junto la figura de tu madre, doña Concha, que nos atendía solícita con una delicadeza que supera los límites exigibles para unos sencillos clientes. Era el amor al oficio y al trabajo bien hecho que te inculcó vuestro padre, Salvador. El gas de las numerosas motos aparcadas junto a la puerta del restaurante se une, en el recuerdo, al aroma de los arroces que se aprecia al acercarse a la entrada, donde en unas mesas próximas a la desembocadura del río Xúquer se puede contemplar la belleza de un lugar único, hermoso y tradicional, nuestro por valenciano.
Salvador Gascón, tu memoria acompañará siempre a quienes te hemos conocido con esa bonhomía, amabilidad, y simpatía, de la que hacías gala tratando con afecto a todos quienes te conocíamos. Fue una suerte haberte conocido. Me uno al sentimiento de tu familia y amigos, que te recuerdan estos días, en particular, con la celebración del Gran Premio en el circuito Ricardo Tormo.
