Es alarmante y muy preocupante, el grado de obnubilación que tienen algunos políticos y cargos públicos hacia la ciudadanía que sufre y padece las rígidas, duras y costosas normas relacionadas con el tráfico rodado. No me extraña que el último estudio realizado por la consultora Román y Asociados arroje datos como que «6 de cada 10 jovenes valencianos no compartiría ni un solo trozo de chocolate con un político». Tranquilos que es un trabajo sobre los hábitos en el consumo de chocolate. Pero en esta ocasión, y por enésima vez, me tengo que referir a la grúa municipal y sus rocambolescas actuaciones por el bien común. Vaya por delante que su finalidad debe ser -por eso nació- el desbloquear zonas de tráfico conflictivo, o retirar un vehículo que esté dificultando directamente a alguien.

Esta semana se han cebado con el polígono Vara de Quart, donde casualmente disponen de una base, y a un ritmo de vértigo con gran despliegue de grúas, se han llevado a la caja todo lo que han podido. Sí, sí, digo a la caja por aquello de que es la segunda más cara de toda España después de Zaragoza; y para que se hagan una idea entre Zamora (la más barata) y Valencia hay la friolera del 400%. La retirada del vehículo supone la sanción correspondiente, el enganche, desplazamiento y la estancia en el depósito por días; !que qué¡ Pues bien, los coches retirados en éste polígono industrial, que dicho sea de paso no molestaban a nadie, han tenido que pagar a medio euro el metro de desplazamiento- dividan 300 metros que hay hasta el depósito entre 145 €.

Cuentan que la antigua empresa concesionaria del servicio ya utilizaba estas prácticas de retirar los coches mal aparcados más cercanos a sus depósitos, zonas alejadas del centro y que no molestaban, para hacer caja rápida ante las dificultades de tesorería. Es inconcebible que con la que está cayendo se sigan utilizando estas armas contra los automovilistas. Encima, aplican mal las tarifas ya que hasta mil kilos se cobra la mitad y en muchas ocasiones no lo tienen en cuenta, debiendo el interesado protestar. Como siempre.