María Callas se halla en el ocaso de su vida. Reside en París alejada de todo. La crítica se cebó con ella en sus últimas apariciones y no ha vuelto a cantar en público. Desdeña el presente mientras fuerza a su repetidor a que le acompañe en un imaginario repertorio que ya no podrá realizar. Le obliga a interpretar sus momentos más apasionados y estelares. Es el inicio del camino hacia su propio y misterioso final.