De la misma manera que esa lógica interna responde al uso de los materiales y su sentido natural y social, el escultor no escoge sus materiales al azar, sino que establece una simbiosis entre estos y su manera de entender el arte: la escultura en este caso, obedeciendo a un fin, no solo estético, sino también personal y social.

El arte escultórico es, entonces: memoria, compromiso, introspección, fragilidad, armonía, simbiosis con la naturaleza, simbolismo y belleza. Este es el sentido que tiene la exposición Altres dimensions/Otras dimensiones, encontrar el equilibrio entre todas estas características que nos ofrece la escultura. En un espacio, el Edificio Moruno, que ya de por sí es una pequeña obra de arte, situado en la zona lúdica del puerto de Castelló.

Una exposición que muestra las desiguales formas de mirar que puede tener la escultura, adquiriendo un abanico de dimensiones diferentes, que nos sitúan ante una verdad insondable: la de que la realidad que nos circunda es tan poliédrica, que partiendo de la materia, en sus diferentes composiciones, y la genialidad artística del escultor o la escultora, la forma, y su equilibrio en el espacio, puede tener infinitas maneras de mostrarse, casi siempre, como es en este caso, desde la belleza estética y la propuesta intelectual que nos hacen los artistas, ambas inseparables cuando hablamos de arte.