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El sonido de la València del pasado

El repique de las campanas en el ‘cap i casal’ marcó el paso de la hegemonía islámica a la cristiana ya que acalló la llamada al rezo cinco veces al día desde los minaretes.

El Micalet

El toque manual de las campanas del Micalet, la torre campanario de la catedral de València, permite saber como sonaba el ‘cap i casal’ desde el siglo XIV ya que, a diferencia de otros instrumentos musicales, el sonido de estos elementos patrimoniales no se modifica con el paso de los siglos. Así, los diferentes toques que, gracias a la Associació de Campaners de la Catedral, se realizan 90 días al año (en las fiestas principales, los domingos de Adviento y Cuaresma, y otros festivos) sumergen el corazón de la ciudad en su pasado.

Representantes de Campaners 
de la Catedral, tocando manualmente
las campanas. |  LOREN GONZÁLEZ

Representantes de Campaners de la Catedral, tocando manualmente las campanas. | LOREN GONZÁLEZ POR LAURA SENA

Las campanas en València fueron el símbolo del paso de la hegemonía islámica a la cristiana, ya que la llamada al rezo desde los minaretes cinco veces al día fue sustituida en el siglo XIII por el toque de estos instrumentos musicales, que dictaba el desarrollo de cada jornada. Se tiene constancia de campanas en València desde 1240.

El Micalet tiene tres niveles de campanas. El más importante se compone de 11 piezas que marcaban la vida desde el «toc d’Alba» hasta el «toc de la queda», cuando se cerraba la muralla y sólo se podía entrar pagando peaje por la puerta del Real. La más antigua es Caterina, de 1305 (perteneciente al campanar anterior al Micalet), seguida de Jaume (1429) mientras que la más moderna es Violant, de 1735. Los nombres no son los originales, ya que no figuran en la inscripción de la fundición, excepto en el caso de la campana Pau, de ese grupo, que data del siglo XV.

Vistas desde el Micalet

El segundo conjunto está en un nivel superior y corresponde al reloj, cuya responsabilidad siempre ha sido del poder civil (tenía la competencia de informar de la hora). Por ello, un funcionario se encargaba de los toques. Lo forman dos piezas, la de los cuartos y la campana más grande de toda la Corona de Aragón, Micalet (1539), que pesa unas ocho toneladas y da nombre al campanario. Finalmente existe una pequeña campanita que se utilizaba para avisar desde el templo del desarrollo de la liturgia.

Toque de campanas en el Micalet

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