A veces se necesitan algunas cifras para ponernos en nuestro sitio. Aquí va una: los dinosaurios vivieron en la Tierra alrededor de 250 millones de años. El ser humano, desde el homo erectus, tan solo lleva dos millones de años en este planeta, y eso es gracias a la desaparición de estos animales. Nosotros estamos aquí porque ellos desaparecieron tras el impacto de aquel meteorito que lo cambió todo y que provocó que nuevos jugadores entraran en el tablero. Por eso, aunque han pasado unos 66 millones de años desde que el 75 % de las especies terrestres desaparecieron, todavía existen verdaderos yacimientos que son una máquina del tiempo, y cinco de ellos están en la Comunitat Valenciana. Morella, Cinctorres, Bejís, Alpuente, Aras de los Olmos, Millares y Agost. Son enclaves fundamentales que contienen fósiles y restos de aquellos seres que dominaron la Tierra durante un espacio de tiempo que cuesta imaginar.

Parque geológico en Chera-Sot de Chera. L-EMV

Allosaurus fragilis en Morella

Allosaurus fragilis en Morella J-Ortí

Esta especie de dinosaurio habitó en la zona de Els Ports, sensiblemente diferente a como la conocemos ahora, en el periodo Jurásico, hace 150 millones de años. Una reproducción de ocho metros -pudieron llegar a medir más- da la bienvenida a los visitantes en la Alameda de Morella, donde se encuentra también el yacimiento icnológico (de huellas de dinosaurios) del Barranco de la Vallivana, de una época posterior al Jurásico, el Cretácico inferior. Se localiza junto a un tramo abandonado de la N-332, a 17 kilómetros de Morella.

Es una secuencia de calizas lacustres que contienen unas 25 icnitas de tres dedos que pertenecieron a dinosaurios terópodos, como fue el Tyrannosaurus rex. Además, el Museo Temps de Dinosaures tiene uno de los mejores fondos de restos paleontológicos de la C. Valenciana.

Baryionix walkeri en Cinctorres

Baryonyx walkeri en Cinctorres

Se trata también de un terópodo cuyos restos se han encontrado de forma muy limitada. Pudo medir tres metros de alto y varias toneladas de peso y los huesos encontrados en Cinctorres indican que pudo habitar aquí en el Cretácico Inferior. Todo esto puede verse en el parque cultural Dinomanía, desde donde salen dino-rutas, aemás de visitar la colección museográfica y el yacimiento paleontológico de Ana. En este último enclave se han recuperado unos 500 fósiles desde 2004.

Rauisuquios en Bejís

Rausuquios en Bejís

Esta especie vivió durante el periodo Triásico y hoy aún tienen cierta representación genética a través de los cocodrilos. De él se presuponen que son las huellas encontradas en el yacimiento de Bejís, donde se han identificado tres icnitas en el techo de dos estratos de areniscas rojas de esta edad de la Era Mesozoica. Además, un bloque de arenisca caído al pie del camino contiene dos huellas pentadáctilas y en el talud de la carretera se puede observar una icnita redondeada, de dedos unidos, que se supone que es de un dinosaurio prosaurópodo.

Dacentrurus armatus en Alpuente

Dacentrurus en Alpuente

Vivió en Europa en el periodo Jurásico, hace 150 millones de años, y dejó su huella en La Serranía. Hay dos yacimientos en Alpuente que dan testimonio de esta era. El de Corcolilla, junto a la aldea que lleva el mismo nombre, consta de más de cien improntas de dinosaurio en un espacio reducido. Se encuentran sobre un estrato de areniscas. Son huellas de tres dedos y corresponden a dinosaurios bípedos, terópodos y ornitópodos pequeños y medianos. Las icnitas muestran varias direcciones, por lo que debía ser una zona de paso muy frecuentada. Como Corcolilla, en Alpuente se encuentra también el yacimiento Cañada París II del Jurásico-Cretácico. Allí se puede ver el rastro de un dinosaurio saurópodo que dejó entre 15 y 17 icnitas de mano-pies producidas por sus pasos. Existe un segundo rastro, de seis metros de largo, que fue de un terópodo bípedo.

El yacimiento Cañada París I, en el mismo entorno, ha proporcionado restos fósiles como escamas, dientes y cáscaras de huevo de dinosaurio.

Losillasaurus giganteus en Aras de los Olmos

Losillasaurus giganteus en Aras de los Olmos

El Losillasaurus (lagarto de Losilla) es un dinosaurio perteneciente a los surópodos (grandes herbívoros de cuello largo) que vivió a finales del Jurásico y está emparentado con el Turiasaurus, cuyos primeros restos se encontraron en 2001 en Teruel. El ejemplar encontrado en Aras alcanzó unos 20 metros de largo pero era joven, por lo que pudo haber crecido más. A tenor de los huesos encontrados, crecía rápido.

En la aldea Losilla de Aras existe una ruta para todos los públicos que recorre diferentes ubicaciones relacionadas con la geología y con la aparición de los fósiles del Losillasaurus.

Struthiosaurius en Millares

Struthiosaurus en millares

Fue un pequeño dinosaurio acorazado que vivió a finales del Cretácico en Europa. En Millares, el yacimiento de icnitas de dinosaurio de Tambuc tiene más de 400 huellas dispersas sobre el lecho de la Rambla de Tambuc, algunas de ellas ordenadas siguiendo un rastro largo. Datan de hace más de 80 millones de años y las realizaron dinosaurios ornitópodos y terópodos que se desplazaban por extensas llanuras litorales. El yacimiento está acondicionado para su visita con pasarela y paneles informativos.

Lirainosaurus en Agost

Lirainosaurus en Agost

En la provincia de Alicante se localizó esta especie de dinosaurio saurópodo que también habitó en Chera. Sin embargo, más interesante resulta todavía que en este municipio pueda divisarse la capa terrestre de la época en la que impactó el meteorito en Yucatán, conocida como el «Límite K/T». El polvo que se depositó sobre la tierra se ha quedado como una capa más, entre margas y arcillas, y se le conoce como la capa negra de Agost: tiene un color rojizo oscuro y una elevada concentración de iridio, un elemento químico de procedencia extraterrestre. En Agost puede verse perfectamente así como en Zumaia, en el País Vasco.