Y se armó el Belén. Eso es lo que debieron pensar los creativos del programa Euskalduna naiz, eta zu (Soy vasco, y tú...), tras unos días de infarto, en los que no han faltado las amenazas de denuncia, los insultos y, como no, las bromas en las redes. Todo comenzó el pasado 8 de febrero, cuando fue emitido un episodio del programa que arrancó con una simple pregunta: «¿Cómo son los españoles?». A continuación, el espacio señaló que a los euskaldunes les viene a la cabeza «cuatro prototipos: facha, paleto, choni y progre» anclado en el mayo de 1968. Después aparecieron varios invitados, como deportistas, actores o miembros de colectivos sociales, que hicieron afirmaciones como que para ellos «España es traumática».

La cadena autonómica ETB ha señalado que se trata de un programa de humor «sin ánimo de editorializar» y que «dirime y exagera tópicos propios y ajenos aportando también claves y experiencias que pretenden romper con esos clichés».

Sin embargo, las reacciones no se han hecho esperar y el Partido Popular de Navarra amenaza ahora con denunciar ante la Fiscalía a la cadena por «una posible ofensa o ultraje a España y una posible incitación al odio». El eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz ya ha denunciado a la cadena pública vasca ante la Comisión Europea por la emisión de programas que «incitan al odio contra todo lo español y los españoles», mientras que EH Bildu ha defendido el espacio como una mera muestra de «libertad de expresión».

El gobierno vasco ya ha manifestado el «rechazo» del ejecutivo autonómico hacia el tono y las burlas del programa. La cadena ha retirado Euskalduna naiz, eta zu de su parrilla, aunque el gobierno autonómico quiere ir más allá, ya que pide que la cadena «retire de su programación todo lo que tenga que ver con este programa», así como todo su contido durante el pasado.

Además, también ha emplazado a ETB que adopte «las medias necesarias para que situaciones como estas no se vuelvan a repetir y programas con este contenido potencialmente ofensivo no se vuelvan a emitir». A juzgar por lo sucedido, la línea que separa la política de la programación televisiva y el espectáculo se distingue menos en un espacio de humor que en un debate de Antena 3 con Cayetano Martínez de Irujo en el pico de la mesa.