Es algo común en Sálvame. Los colaboradores entran y salen de plató. Pero casi nunca (hasta ahora) la dirección del formato de las tardes de Telecinco había sido tan tajante a la hora de pedirle a un colaborador que abandone las instalaciones de Mediaset. Esta tarde Kiko Matamoros ha confesado públicamente que no ha visto ni un capítulo de la docuserie de Rocío Carrasco que acaba esta noche con la emisión del último episodio. "La verdad es que si te llamaran de un programa de cine para comentar una película que no has visto y fueras estarías engañando a la audiencia", le reprochó María Patiño, otra de las colaboradores de Sálvame.

Dicho y hecho. Matamoros cogió la puerta y se fue. "Me voy no porque me lo digas tú sino porque me lo ha recomendado la dirección de Sálvame", aseguró.

Pero no fue el único. Hoy mismo nada más empezar el programa Carlota Corredera también abandonaba el plató. Lo hacía para coger un coche 600 con Chelo García Cortés. Ambas se dirigieron al plató de Todo es Mentira (en Cuatro) para felicitar a sus compañeros del canal hermano pequeño de Mediaset que cumplían 600 programas. "Me he presentado voluntaria porque así recordaba mi juventud. Mi primera relación fue en un 600 con Parada", confesaba Chelo García Cortés.

Si por algo se ha caracterizado Sálvame a lo largo de estos años de emisión del programa más polémico de Telecinco ha sido por la nomina de sus colaboradores. Se trata de personajes del mundo del corazón que de una o de otra manera acaban acercando todos los temas al plató del formato de la Fábrica de la Tele para las tardes de Telecinco. Unos colaboradores que además nutren otros programas de la casa. No hay que olvidar, por ejemplo, que no es extraño que al menos un colaborador de esta factoría acabe pasando por Supervivientes y que así un programa “alimente” al otro.

Conforme van pasando los días se van conociendo nuevos personajes en el universo Sálvame, que no deja de crecer. Hace una semana la audiencia se quedó impactada con la entrada en el plató de Mediaset de una mujer de unos 50 años que entró en las instalaciones con sus gafas de sol y mascarilla y sin que supieran quién era. La misteriosa mujer acabó siendo la madre de Kiko Jimenez que había acudido a defender a su hijo de las declaraciones de Sergi Ferrer, un reportero de Sálvame ex amigo de Sofía Suescun que le acusó de maltratador. "Fue algo que vi durante unas vacaciones"; afirmó.