Las almohadas pueden acumular bacterias, hongos y ácaros sin que apenas nos demos cuenta, de ahí lo importante que resulta lavarlas con cierta regularidad. No en vano, usamos las almohadas todos los días durante bastantes horas y en ellas se pueden encontrar fácilmente restos de sudor, polvo, cabellos o manchas.

Lavar las almohadas no es tan complicado ya que puedes hacerlo incluso en la lavadora. Para ello, nada mejor que consultar las etiquetas de cada almohada y, como siempre, aplicar un buen proceso de prevención al utilizar siempre una funda y cambiar ésta con regularidad (al menos una vez a la semana). El problema, muchas veces, es saber cada cuánto hay que lavar las almohadas para no desgastarlas excesivamente ni hacerles perder la forma pero, sin embargo, mantener una correcta higiene.

Cuántas veces hay que lavar las almohadas al año

Los expertos se han pronunciado y aseguran que las almohadas se deben lavar a menudo. La cuestión es saber cada cuánto. Aquí hay opiniones dispares, puesto que hay quien defiende que se deben lavar entre 4 y 5 veces al año, mientras que otros aseguran que basta con entre 2 y 3 veces.

Lo cierto es que dependerá de cada persona (unas sudan más que otras, unos duermen solos y otros acompañados, etc), pero en líneas generales se puede afirmar que es recomendable lavar las almohadas cada 3 o 6 meses para tener una correcta higiene y un buen mantenimiento.

Cuándo y cómo hay que lavar las almohadas.

Cómo saber si hay que comprar una almohada nueva

Para saber si las almohadas están pidiendo una renovación a gritos, hay que fijarse en el material de que están hechas. Si son de látex y desprenden un olor desagradable o molesto, es mejor que se sustituya por una nueva; si la almohada es de plumas, hay que comprobar que sigue esponjándose, y si es de espuma, que no presente deformaciones y que vuelva a su forma original cuando la doblamos por la mitad; si no lo hace, es preferible cambiarla.

Michael Silva-Nash, vicepresidente ejecutivo de Molly Maid en Arkansas, una de las mayores empresas de limpieza del mundo, aconseja precisamente este último truco para saber cuándo hay que cambiar definitivamente la almohada: si no recupera su diseño original, es hora de renovarla, igual que cuando se detecta en ella olor a moho.