'El Hormiguero' dejó este miércoles a un lado el entretenimiento para meterse de lleno en la política. Tras la reciente investidura de Pedro SánchezPablo Motos invitó a su programa a Alfonso Guerra. El exvicepresidente del Gobierno acudió al espacio de Antena 3 para promocionar su libro, pero la mayor parte de la conversación giró en torno a la la amnistía.

Tanto Guerra como Motos se mostraron muy críticos con los pactos de Sánchez con los partidos independentistas. "La investidura se ha comprado con eso y con 14.000 millones de euros. Si hubiese sido uno de los 121 diputados de Sánchez me hubiera ido a mi casa", aseguró Guerra.

Más allá de sus continuos dardos al gobierno de Sánchez, el invitado de Motos recibió un aluvión de críticas en las redes sociales por unas controvertidas palabras sobre la libertad de expresión.

"Ahora hay una izquierda que no es progresista, es retrógrada", lamentó Guerra para, seguidamente, denunciar que "lo políticamente correcto es antidemocrático". "No me puede usted limitar mi expresión", comentó el político: "Yo me expreso como quiera, sin insultar a nadie".

En este sentido, aseguró que siente "pena" por los humoristas: "Ya no pueden hablar de nada". "Antes había (chistes) de homosexuales, de enanos...", continuó diciendo Guerra. Lejos de frenarle, el propio presentador apoyó su polémico argumento: "De todo". "Ahora, cuando un humorista hace un espectáculo, está más tiempo hablando de lo que no puede hablar que de lo que sí", soltó Motos en el prime time de Antena 3.