Óscar Díaz está al borde del abismo y podría abandonar Pasapalabra. El madrileño ha cometido errores imperdonables que lo han llevado a una situación límite y, en breve, tendrá que enfrentarse a su destino en el concurso de Antena 3.

Óscar llevaba una racha excepcional y ha estado varias veces a punto de tener casi a mano el bote de Pasapalabra, que ya acumula un premio millonario. Sin embargo, en su último programa, se estrelló y dio al traste con tan buen trabajo. Ahora, tendrá que salvarlo in extremis porque, en caso contrario, deberá salir del programa y renunciar definitivamente al bote.

El último Pasapalabra de Óscar Díaz

Fue en el programa de Pasapalabra emitido el jueves 8 de febrero en el que el madrileño cometió varios errores imperdonables que pueden costarle su permanencia en el concurso.

El rosco comenzó con mucha fuerza para ambos aspirantes, Óscar Díaz y Moisés Laguardia. Los dos firmaron tiradas largas de seis y siete aciertos, respectivamente. Sin embargo, luego se estancaron y la prueba final de Pasapalabra perdió dinamismo.

Óscar Díaz y Moisés Laguardia se abrazan tras el rosco de Pasapalabra. A3

En esa primera vuelta, en la que los concursantes suelen asegurar las respuestas para intentar no cometer errores, es raro ver un fallo, pero esta vez lo hubo. Y cayó del lado de Óscar. Sucedió cuando el madrileño confundió meteoro con meteorito. Primer error del programa.

Mientras, su rival, Moisés, empezó a contestar como un tiro y, aunque llegó a la segunda vuelta con un acierto menos que Óscar y con bastantes menos segundos, tenía los números de su parte porque en su haber no tenía ni un solo fallo. Eso le otorgó una gran confianza que quedó demostrada en una tirada de cinco aciertos consecutivos.

Óscar Díaz, por su parte, se vio obligado a tener que seguir respondiendo para intentar dar alcance a Moisés, que hizo una gran actuación en la segunda vuelta. Pero Óscar pronto volvió a cometer un nuevo error: ya eran dos y sus opciones de victoria cada vez se alejaban más.

Moisés seguía acertando y, cuando no, exhibía una inteligente prudencia. Finalmente, consiguió 22 aciertos frente a los 20 que ostentaba Óscar. El de Madrid tuvo que apretar y jugarse el todo por el todo, ya que si no conseguía al menos otras dos letras, estaba condenado a la Silla Azul.

Y eso hizo: fue a por todas y contestó a definiciones que en otras circunstancias probablemente no habría ni siquiera contemplado. Pero no era su tarde y la suerte estaba de espaldas, tanto que acabó con cuatro errores y sin ninguna opción de remontar el marcador.

Así las cosas, Óscar Díaz tendrá que enfrentarse en el próximo programa a la temida Silla Azul, una prueba eliminatoria que podría marcar su fin como concursante de Pasapalabra.