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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: 'Yolanda, yo contigo al fin del mundo', o sea, Sánchez disfrutó mucho

Pedro Sánchez, en 'El intermedio'.

Preguntó Cristina Pardo a Wyoming, en 'Más Vale Tarde' (LaSexta), cuando estaban promocionando la entrevista a Pedro Sánchez que se iba a emitir poco después en 'El intermedio': "¿Tienes alguna pregunta de las que duelen?". Wyoming no concretó y lanzó balones fuera.

O sea, que esta era la duda: dado que Wyoming cursó la carrera de medicina, especulábamos en casa si le iba a dar a Pedro Sánchez un masaje o una sesión de acupuntura clavándole agujas. Hombre, es indiscutible que Sánchez visitaba territorio amigo. Los primeros lances fueron más de entrevista clásica política. Cómoda, cordial, sin apretarle. Sánchez desplegó sus razonamientos, que ya conocíamos. Pero como novedad interesante he anotado que introdujo hasta por tres veces el concepto ‘deshumanización’ refiriéndose a lo que intenta la derecha cuando dice ‘hay que acabar con el sanchismo’. "¿Qué pretenden? ¿Deshumanizarme?", se dolía.

¡Ah! Es hermoso que Sánchez reclame la humanización del más alto cargo político de un país. Entronca con aquella expresión tan famosa de Ortega y Gasset, cuando exclamaba, preocupado: "El tigre siempre es un tigre y no puede destigrarse, pero el ser humano vive en riesgo constante de deshumanizarse". Esta invocación al humanismo, viniendo de un presidente de Gobierno, podía habernos deparado un recorrido interesantísimo. También podía haber dado un juego fértil y profundo cuando le preguntaron si seguirá siendo secretario general del PSOE, si pierde el día 23, y él contestó: "¿Qué clase de competidor sería yo, si antes de saltar al campo solo estuviera pensando en lo que será de mí después del partido?". ¡Ah! Ese tono, esa vehemencia, ese énfasis, poético incluso, es Calderón de la Barca puro. Pero estamos en la tele, y había que divertirse. Y, en efecto, consiguieron divertirle.

Yo creo que cuando más disfrutó fue cuando apareció Cristina Gallego disfrazada de Yolanda Díaz y, agarrándole por los mofletes, con mucho cariño, le dijo: "¡Pedriño! Después del 23-J, ¿te gustaría ser mi vicepresidente?". Y un Sánchez suelto, contento, entrando en el juego, complacido, respondió: "Yolanda, ¡yo contigo hasta el fin del mundo!". ¡Ahh! Objetivo cumplido. Esta vez Pedro Sánchez ha ido 'a divertirse' a ¡El intermedio¡. Veremos si cuando vaya a ¡El hormiguero¡, también lo consigue.

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