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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: El 'rap' de las urnas del 1-O parece que suena distinto

El tema Valtònyc, en 'Más Vale Tarde'.

Veo que en La Sexta –en 'Al Rojo Vivo' y en 'Más Vale Tarde'– se han detenido en unas recientes declaraciones del rapero Valtònyc en las que habla de cómo se desarrolló aquella accidentada votación del 1 de octubre. En estos programas les ha interesado mucho lo que Valtònyc dice.

Vistosos rótulos advertían "El recuento del 1-O fue falso" o "Los resultados del referéndum ilegal se manipularon". Y añadían comentarios sobre la marcha del tipo: "Está diciendo que aquello fue un cachondeo, una pantomima". No es una falsedad lo que estos programas han interpretado con alegría, pero en periodismo conviene no olvidar el contexto completo para comprender bien lo que se ha dicho. Lo que Valtònyc ha advertido es que en esta votación del 1-O la represión y las cargas policiales impidieron que se pudiera votar libremente, y que hubo urnas que se perdieron, y que por tanto el recuento que se hizo es falso. Y ha añadido: "Si queréis políticos sensatos que no os vuelvan a estafar, hay que comenzar por aceptar la realidad".

O sea que lo que el rapero transmite, bien leído, es su repulsa y repudio hacia los líderes que "estafaron" a la ciudadanía. Cosa con la que estoy completamente de acuerdo, y a la que habría que añadir aquellos medios que, transformados en tramposos monaguillos, ayudaron a impulsar la estafa. Que aquella votación del 1-O, y el supuesto recuento posterior, no cumplía con ningún requisito fiable ya lo sabíamos. De aquel día, lo he repetido mil veces en esta columna, los únicos que merecen todo el respeto del mundo son los que fueron a votar y se encontraron atrapados, por un lado, por los que usándoles de carne de cañón les falseaban la realidad diciéndoles que alcanzarían el paraíso, y por otro, por los que blandían porras y les propinaban palizas. Creo que esta canción de ahora de Valtònyc es algo mucho más profundo que el sonido de un rap distinto.

Hace exactamente una semana Joan Tardà estuvo en el programa de Gemma Nierga ‘Café d’idees’ (La 2 de TVE). Ella le preguntó: "¿ERC tendría que hacer president a Puigdemont?". Tardà, triste, pero con sinceridad indiscutible, respondió: "No. Lo que no podemos hacer es construir proyectos de tribu". Efectivamente. Se acabó el tiempo del chamán, del hechicero, del brujo y de los telepredicadores, llevando a Cataluña al disparate rupestre más absoluto.

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