Mediaset no para. Es una máquina perfectamente engrasada de generar polémica y realities. Con Supervivientes llegando cada semana un poco más cerca de su recta final, los de Fuencarral ya han puesto en marcha la maquinaria para arrancar una nueva edición de Gran Hermano VIP. Tras dos años en dique seco, Mediaset ha decidido recuperar el formato y lanzar la octava edición del reality por excelencia coincidiendo con la época estival.
La campaña de promoción ha comenzado y en eso no hay quien gane a Telecinco. Poco a trascendido sobre los detalles de esta edición. Con cada una el formato va evolucionando mínimamente para intentar revitalizar un modelo de reality que, de momento, parece no tener fin. Como siempre el plato fuerte de la edición son los concursantes.
Al igual que ya hace con Supervivientes, Mediaset irá dando poco a poco los nombres a medida que se acerque el día de la gala inaugural. Sin embargo, ya han comenzado las quinielas con los grandes hermanos de esta edición VIP. Una de las celebrities que podría acabar dentro de poco en el confesionario es la hija de Jesulín de Ubrique y Mª José Campanario.
Tal como demuestra cada temporada La Isla de las Tentaciones, el casting y el proceso de selección de los concursantes es esencial para lograr unas buenos datos de audiencia. Por ello, Mediaset prefiere ser cauta y estudia con detalle el interés que la audiencia puede tener en cada posible concursante. Otrp de los primeros nombres que suena con fuerza es Alfonso Merlos. Junto a él no se descartan otros nombres conocidos para los espectadores de la cadena, como Zayra Gutiérrez, Irene Rosales o Rafael Amargo. Tampoco falta quien apuesta por la entrada de Diego Matamoros, hijo de Kiko y que ya participó en Supervivientes.
Rocio Flores desmiente su participación
Quien parece que finalmente no pisará la famosa casa ni el confesionario será Rocio Flores, la hija de Rocío Carrasco y nieta de la Jurado.
