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Nueva serie

Una reina de la comedia, glamur, cotilleos y Ricky Martin: el irresistible mundo de 'Palm Royale'

Hablamos con el director, guionista y productor Abe Sylvia ('The affair, 'Dead to me'), creador de esta comedia de Apple TV+ con la gran Kristen Wiig como delirante arribista en la alta sociedad de Palm Beach de finales de los sesenta

Kristen Wiig en 'Palm Royale'. Apple TV+

Algún día se valorarán en su justa medida las aportaciones de Kristen Wiig a la salud mental de la población mundial. Sus apariciones en 'Saturday night live' (en forma de imposibles imitaciones o de personajes como Gilly, La Señora de Target y todas las demás) o su labor como protagonista de 'La boda de mi mejor amiga' son ansiolíticos de potencia altísima. Tras unos años algo desaparecida, está de vuelta a lo grande en 'Palm Royale' (Apple TV+, desde el miércoles, día 20), comedia de paisaje 'sixties' sobre una mujer que se autoinvita a todo y que tiene el club más exclusivo del mundo en su punto de mira. 

A finales de los sesenta, Maxine Simmons (Wiig), antigua habitual de concursos de belleza en Tennessee, es una mujer desesperada por formar parte de algo, a ser posible la alta sociedad de Palm Beach, Florida. Para ello no duda en trepar por muros y tratar de hacer migas en el club titular con Evelyn Rollins (Allison Janney), la autoproclamada abeja reina del lugar, o Dinah Donahue (Leslie Bibb), la esposa del embajador estadounidense en Luxemburgo; mujeres que pasan su tiempo bebiendo cócteles, compartiendo rumores y buscando los mejores vestidos para lucir en fiestas de recaudación de fondos para buenas causas. Observar a Simmons/Wiig abriéndose paso con torpeza en ese círculo es un disfrute absoluto. 

"Wiig era nuestra opción número uno, por no decir la única", explica por videollamada el creador de la serie, Abe Sylvia, antes guionista y productor de 'Nurse Jackie', 'The affair' o 'Dead to me'. "Es la mejor, simplemente. Cada vez que estoy triste, me pongo 'skits' como ‘Liza Minnelli intenta apagar una lámpara’ o ‘Ann-Margret intenta tirar un trozo de papel al cubo de la basura’, y enseguida me sube el ánimo". Junto a Wiig, Janney y Bibb, encontramos en el reparto a la legendaria Carol Burnett (divertida incluso en coma) o a Ricky Martin como astuto camarero del club. 

Mantener el mundo a raya 

Las divas del Palm Royale aseguran preocuparse por causas importantes, pero no parecen dispuestas a cambiar su modo de vida porque así lo quieran feministas como la interpretada (suma y sigue) por Laura Dern; un personaje, Linda Shaw, añadido al plantel creado por Juliet McDaniel para la novela en que se basa la serie. Según Sylvia, nadie debería odiar a nuestras protagonistas por parecer, sobre todo, votantes de Trump: "Están librando una batalla interna contra sus mejores instintos", dice. "De todas ellas existe una versión mejor y ellas mismas lo saben. Tratan de agarrarse a una forma de vida que, en cierto modo, nunca existió. El cambio es inevitable. Y aunque intenten mantener el mundo a raya, se les acaba echando encima la realidad. Siguen viviendo en este mundo". 

Eso sí, durante un buen tiempo, unos buenos episodios, se las arreglan para ignorar los discursos de Nixon sobre Vietnam cual Simon Pegg caminando sin saberlo a través del apocalipsis en 'Zombies party'. Sylvia no cita como principal referencia a Edgar Wright, sino al fotógrafo Slim Aarons, retratista de los modos de vida de la 'jet set' estadounidense entre 1950 y 1980. "Muchas de sus fotos fueron tomadas durante la guerra de Vietnam. Imágenes de gente preciosa haciendo cosas preciosas en sitios preciosos. Y a su alrededor, fuera de campo, el mundo está en llamas. Lo que hace que esas imágenes perduren como obras de arte es su halo absurdo, su tragedia, su tensión. Para mí fueron capitales al hacer esta serie, igual que las películas de Almodóvar, que me encantan por cómo saltan del melodrama a la tragedia y de ahí a la comedia o el 'camp' con toda naturalidad". 

La conexión con el viejo Hollywood 

Ya solo por el lujo de los escenarios, los vestidos y la ambientación merecería la pena darse una vuelta por 'Palm Royale'. "En Apple nos dijeron que si íbamos a hacer esto, íbamos a hacerlo bien". Lo que no significó rodar en Florida, sea como sea: "Allí nos nos dejaron, así que tuvimos que recrearlo todo en Los Ángeles. Por suerte, mucha de la arquitectura de la ciudad tiene rasgos reminiscentes de Palm Beach". De paso crearon una disfrutable enredadera de conexiones con el legado del Hollywood clásico: "La casa de Dinah que vemos en el piloto, por ejemplo, fue una de las casas de Howard Hughes. Y la finca de Evelyn en el séptimo episodio fue la casa de Yvette Mimieux. Por otro lado, recreamos el Breakers Motel en el hotel Biltmore, y el salón de baile donde se celebra la noche cubana, en el cuarto episodio, no es otro que el mismo [el Biltmore Bowl] donde se entregaron los Oscar por primera vez en 1931". Detalles que aportan brillo y leyenda.

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