José Luis Llorens tiene dos tiendas de vinos y licores en València (Beals y Bodegas Santander). Desde que comenzó el confinamiento el tránsito de clientes ha caído más de la mitad, aunque advierte que «he notado también que entra gente que no era cliente habitual en busca de vinos diferentes que les sorprendan». Con casi seis décadas a sus espaldas, en Bodegas Santander han vivido «todo tipo de situaciones, pero ninguna como ésta. Nosotros empezamos siendo un despacho de vino, y la gente venía con sus envases a comprar. Luego fuimos especializándonos en productos más singulares, siempre con la premisa de que fuesen vinos de proyectos que conocíamos y sabíamos que eran sinceros». Con cerca de 800 referencias distintas (alrededor del 60% valencianas con vinos de bodegas como Terra D'Art, Celler del Roure, Pepe Mendoza Casa Agrícola, Los Frailes, Filoxera&Cia, Cueva, Pigar o Sexto Elemento), a José Luis este nuevo escenario le ha pillado sin 'escaparate' digital, por lo que ha tenido que replantearse la manera de trabajar. Por fortuna, sí tiene contacto con su clientela habitual, y ha canalizado a través de redes sociales la venta con envío a domicilio de varios lotes de vinos seleccionados. «Nosotros ya habíamos hecho algunas pruebas con tienda online hace algunos años, pero vimos que, dado nuestro modelo de negocio, requería de personal específico con buena formación, y al final lo dejamos atrás. Ahora es distinto, y el formato de lotes está funcionando muy bien, ya que tienen unos precios contenidos y se trata de vinos poco habituales de proyectos pequeños. En los últimos días hemos recibido decenas de pedidos y si esto continúa así habrá que plantearse nuevas propuestas».

Un caso similar es el de Eduardo Mestres, que regenta desde hace décadas cuatro tiendas de vinos y licores. Aunque mantiene los locales abiertos, el flujo de clientes ha disminuido y ahora tratan de potenciar los pedidos por teléfono con entrega a domicilio y trabajan contrarreloj para activar una tienda online desde donde comenzar a canalizar pedidos «en los próximos días».

En el caso de Javier Monedero (gerente de la distribuidora Dicoval), la situación es «más dramática, ya que nuestro volumen de ventas a consumidor final no llega al 10%». La suya es una empresa distribuidora especializada en productos exclusivos y marcas gourmet nacionales e internacionales (en su porfolio figuran las valencianas Enrique Mendoza y Bodegas Hispano+Suizas). «Nuestro negocio se concentra en la restauración y el ocio nocturno, por lo que aún tardaremos en reactivarnos», afirma Monedero, que reconoce que esta incidencia les ha llegado en un momento «en el que nos habíamos trazado como objetivo adentrarnos en el comercio digital, pero esta situación nos obliga a ponernos las pilas». Por el momento siguen manteniendo un punto de venta físico en València (c/ Duque de Calabria) donde pueden adquirirse la mayoría de referencias de su catálogo, y han activado mediante su página web un canal de pedidos vía mail para poder atender a quienes buscan vinos, cavas y champagnes de alta gama.

La otra cara de la moneda es la de los comercios 100% digitales como Alforins.com, una tienda online que comenzó hace 11 años con un pequeño catálogo de vinos de la zona del Clariano y que en la actualidad cuenta con un 'elenco' de bodegas de prestigio de más de medio centenar de denominaciones de origen españolas. Cuando Raúl Gironés y Daniel Calatayud arrancaron el proyecto «el comercio online no estaba muy introducido en el sector, pero tras los dos o tres primeros años hemos ido creciendo de manera sostenida», afirma Raúl. Con el confinamiento «hemos registrado un aumento de visitas y compras, puede que más del 50%».

En las últimas semanas han ofertado un pack de seis vinos (dos de Rafael Cambra, dos de Los Frailes y dos más de Celler del Roure) «con un precio muy interesante. Son tres bodegas con las que tenemos una relación muy estrecha y nos sentamos con ellos para ver de qué manera podíamos seguir dando visibilidad a sus productos en estos días. La verdad es que está funcionando muy bien y ya estamos pensando en más propuestas para que las bodegas puedan mantener algún canal de distribución para sus vinos», asegura Gironés.