Señor Oliart, presidente de RTVE, tiene usted un gran servicio que prestar al gobierno de nuestra nación. Como sabe, la televisión juega un importante papel en la difusión del conocimiento. Además, preside usted una Corporación en la que destaca La 2, una cadena cada vez más empeñada en ser un foro de calidad académica que permita que la ciencia y la cultura puedan llegar a cada español que mantiene con sus impuestos las cadenas de la televisión pública. Iré al grano. La ciudadana Leire Pajín ha sido vista varias veces usando una pulsera Power Balance, producto pseudomédico milagroso cuyo carácter fraudulento reduce su público a personas sin ninguna formación científico-médica o con pocas, pero que poquísimas, luces. Esto no sería problema si Pajín fuera registradora de la propiedad, agente de seguros o taxista, pero se da el caso de que tal ciudadana es la ministra de Sanidad del Estado español. Que un ministro consuma productos pseudosanitarios milagrosos es un gran escándalo. Pero que ese ministro que promociona con su uso productos pseudosanitarios fraudulentos sea el de Sanidad es un bombazo sólo comparable a que un analfabeto fuera ministro de Cultura, un pirómano forestal tuviera la cartera de Medio Ambiente o un astrólogo dirigiera el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Pero usted, señor Oliart, puede solucionar este problema. Estrenó La 2 hace un par de semanas un estupendo nuevo programa llamado Científicos de frontera en donde grandes científicos hablan sobre sus métodos de investigación y sus descubrimientos. Ya hemos aprendido un montón viendo a los físicos Ignacio Cirac y Richard Zarec. Quizá pudiera usted hacer llegar esos programas a Pajín y ésta pudiera alcanzar un nivel de conocimientos sanitarios propios de un chaval que termina la ESO. Ha sido nombrada responsable máxima de la sanidad en España y consume productos milagro. Da miedo. Y la ciencia es siempre el mejor remedio contra el miedo.