El ministro Soria ha soltado que los españoles deberían veranear en España en lugar de viajar al extranjero por dos razones: porque los 57 millones de turistas que eligen España no pueden estar equivocados, y porque cuando salimos fuera nos gusta ir a lugares llenos de moquitos donde padecemos calores de entre 35 y 40 grados. Bien, vamos por partes. Los mosquitos son una molestia casi universal. Tal vez en la Antártida o en el casquete polar ártico pueda uno librarse de ellos. Por lo tanto, evitar los mosquitos no es una buena razón para veranear en España.Las temperaturas de 35 a 40 grados. ¿Pero es que el ministro no mira el termómetro? El de la calle, no el del despacho climatizado. Sumamos ola de calor tras ola de calor y los 35 grados se superan varias veces al año en gran parte de la geografía hispana. ¿O es que los bosques arden en frío? En las costas, el mar suaviza la temperatura (y eleva el bochorno), pero lo mismo ocurre en cualquier otra playa del mundo. Vamos por fin a la primera de las razones. Los 57 millones de visitantes. Francia recibe cada año casi 80 millones de turistas, que tampoco pueden estar equivocados. Si seguir a la mayoría es una buena forma de decidir, habrá que coger un vuelo para ir a comprobar si la torre Eiffel sigue en su sitio. Luego podremos cruzar el charco para ir a ver si el Empire State Bulding está en pie y si el norteamericano medio continua aumentado de diámetro año tras año, ya que el segundo destino turístico mundial son los Estados Unidos. Finalmente, habrá que romper la hucha para pasearse por la Gran Muralla (la de verdad, no el restaurante de la esquina), ya que China se ha convertido en el tercer destino mundial, superando a España en la lista.Seguro que hay buenas razones para aconsejar a los españoles que veraneen en España. Por ejemplo: «Ya estamos bastante mal, no lo empeore gastando fuera». O un camarero, en una terraza solitaria, con el lema «no le abandones». Pero hay que andar con tiento, no sea que los franceses, ingleses, alemanes e italianos reciban los mensajes y se apliquen el cuento.