El 4 de octubre es el Día mundial de los Animales y Valencia ha celebrado la "Fira més animal" con mayor presupuesto por parte de la Regidora de Benestar Animal que en la anterior edición y con una cincuentena de participantes.

Atosigado por incertidumbres medioambientales el planeta tiene ante sí un hueso difícil de roer debido el atrincheramiento de humanos en la total desconsideración hacia el resto de seres vivos. Respeto y dignidad es lo que adquieren cuantos organismos pueblan el mundo desde su génesis, un orbe en el que las personas no somos más que una pizca en el círculo de sabia sostenibilidad.

La pasarela en pos de adopción-Modepran (Paterna y Benimamet)- contó con desamparados caninos como el joven y robusto Salchichoni. Un desfile que acercó caricias a desvalidos canes anhelantes de hogar, ejemplos vivos de que el ser humano deja mucho que desear a nivel de concienciación cívica, justicia y respeto entre especies -"A los perros, de pequeños, hay que espabilarlos. Yo que tú a Canela le ponía un pedazo de carne en una navajilla con dos filos. Y cuando lo fuese a trincar, le volteaba la navaja y que se diera con la punta en el hocico. -Y pensé: Date tú en los huevos" ("Canela". Santiago López Castillo )-.

Innovaciones (2015) en el actual Código Penal: "Se añade una nueva conducta delictiva al tipo general, consistente en la explotación sexual de los animales". "El delito por maltrato animal cambia de categoría pasando de leve a menos grave". "Se aumentan las penas en las circunstancias agravantes de utilización de armas, instrumentos, objetos, medios o métodos o formas concretamente peligrosas para la vida del animal". "El ensañamiento, acrecentando el dolor y sufrimiento del animal". "La pérdida o inutilidad de un sentido"... Respecto a la C.V. se anda cavilando sobre la actualización de la ley de Bienestar Animal. Asociaciones, protectoras, profesionales y voluntarios concienciados en la salvaguarda de derechos se hacen eco de la general frustración ante crueles realidades, no sólo a nivel doméstico si no con aquellos animales "descartados por la industria alimenticia por estar enfermos, ser poco productivos o rentables". Caballos, burros, cerdos, ocas, gallinas, conejos y un toro viven en libertad "hasta que mueren de viejos" declaran Laura y Lara de la ONG Compasión Animal. Las colonias felinas en las ciudades se mantienen gracias a múltiples asociaciones altruistas conformadas por vecinos sabedores del bien que supone contar con la presencia de gatos; grupos de humanos que se hacen cargo de esterilizaciones -algunos Ayuntamientos esporádicamente dan dinero para castrar-, alimentación, cuidado sanitario y promocionando la adopción; actualmente Valencia ha establecido un carnet de alimentador de felinos en colonias controladas; las asociaciones cuentan con precios especiales en atenciones sanitarias -"tenemos una deuda permanente con los veterinarios" -comentan desde N &A Naturaleza y Animales-. También cuentan con el precio especial de colonia en los piensos de gama media -Asociación de Gatos del Jardín Botánico, Conexión Felina Mislata, La Voz Felina de Catarroja, Alternativa Felina gatos del Cementerio de Valencia, Peluts de L´Horta Nord-; las movilizaciones humanas para la salvaguarda de comunidades felinas en peligro es constante -colonia de la calle Gibraltar y Viveros-. Adopciones reguladas con contrato y el seguimiento conforman la generalidad de protocolos llevados a cabo por estas personas que se ven desbordadas a la hora de recogidas urgentes por lo que unánimemente suplican casas de acogida -"cuida un refugiado en tu casa" Animales Sagunto S.O.S.-. Sociedades protectoras tratan de subsanar el déficit de moral en muchos individuos que, diariamente, abandonan camadas o añejos compañeros pasando a engrosar el infame listado de abandonados a su suerte, lanzados al tráfico inhóspito desde un automóvil o en parques y polígonos industriales; fieles amigos que atemorizados e indefensos descubren que su vida, desde ese momento, es una cruda incógnita. Protectoras desbordadas apelan a instituciones y congéneres -S.V.P.A.P., según comenta Mª Pilar Lahuerta, "acoge a más de seiscientos animales, los que más"-. El respeto por la vida une a quienes encuentran en los animales ese algo que humaniza, reconforta e instruye, "te educamos a ti, los defendemos a ellos" (PRODA). Son muchas las acciones para sufragar gastos: mercadillos, tiendas virtuales, donativos, apadrinamientos, teaming, cuotas de socios y hasta tapeos benéficos veganos -S.O.S. Podencos-. Esther pertenece a la Asociación Caminando Juntos integrada en el 99% por invidentes y pregona sonriente el eslogan de la neonata asociación "¡La vida es perfecta con ellos!". En Lliria, la Asociación sobre Igualdad Animal nació a raíz de que "hay muchos cazadores que abandonan cuando no sirven". El sacrificio de animales alza voces de protesta contra esta práctica; mientras refugios como el de Tula transmite responsabilidades -"durante un años tratamos de concienciar al alcalde de que los animales son suyos"-. Brutales luchas de animales se llevan a cabo clandestinamente, peleas en las que el dolor y muerte se convierten en tráfico de dinero y cantera de marginalidad embrutecedora; sangrientos combates para los que roban otros perros dejados por sus amos atados a cualquier árbol o farola ante la entrada de locales y que, después, salen a la arena como víctimas en feroces entrenamientos. Animales de terapia (Acavall) consiguen beneficios en diferentes discapacidades del ser humano; caballos, aves, conejos, perros, multitud de ejemplos probados consiguen logros allá donde la praxis habitual necesita apoyos viables y exitosos -Troylo, perro de terapia, interpretó a Truman en la película homónima ganadora de cinco premios Goya de cine-. Fauna autóctona, exóticos, reptiles, roedores y anfibios son víctimas de modas que acaban sentenciadas a cloacas, barrancos o agrestes parajes -si es que no se les mata-. Estar en boga o ser buenos en sus características de raza puede ser fatal para galgos, podencos o doberman que, tras un periodo de utilidad, se convierten en cargas para el desalmado humano. La recogida de estos canes perdidos en un entorno hostil, famélicos, desamparados suele ser mediante jaulas trampa de asociaciones de rescate -"somos una herramienta más" (Rescat &Dog)-. Perros y caballos jubilados de los servicios públicos, compañeros de los sin techo que no pueden acceder a techado de acogida junto a su humano -existe un albergue de caridad en el barrio del Carmen que sí los aceptan-, equinos reventados en faenas titánicas, aves capturadas para concursos, toros y vaquillas martirizadas hasta el último estertor, animales atormentados por experimentos, seres explotados y llevados a la muerte con dolores indescriptibles y martirios emboscados tras colosales infraestructuras capaces de generar reacciones contra natura son algunos de los denigrantes casos de maltrato.

Convivir con otros animales de forma integrada desvela dotes sorprendentes de intercomunicación. "¿Conoces la situación de los animales en la ciudad de Valencia?", la pregunta encabeza una octavilla ilustrada para la "Fira més animal", en ella se enumeran casos como el tiro y arrastre, bous al carrer, toros embolados, concursos de recortadores o prisiones de animales como el Bioparc. Acudiendo a las crónicas ciudadanas cabe rescatar la historia de Coco un chimpancé, macho dominante, abatido a tiros a los treinta años de edad cuando trataba de escaparse del zoo junto a otros seis primates; Coco había estado encerrado en una jaula durante veintisiete años tras tres años de trabajo en un circo. El zoo de Valencia, mil quinientos metros cuadrados carcelarios, albergaban cajas con barrotes o cristales, albercas bañera y parcelas diminutas para seres que consumieron su existencia dolorosamente -Docavo Alberti, catedrático de zoología y sobrino del insigne poeta, fundó y dirigió durante cuarenta y dos años, aquella monstruosidad (1965 -2007)-. Las voces de protesta se alzaron "Señor fiscal, en la C.V. existe la Ley de Protección de los Animales. Ejerza usted abriendo el consiguiente expediente de investigación para determinar cuántos y por qué tuvieron que ver con la brutal muerte de Coco, exija responsabilidad incluso por omisión de los medios materiales pertinentes" (A. Olmos, 2005); "una vez más hemos dado ejemplo al mundo de la insensibilidad ante el sufrimiento de los animales, de nuestra incultura y del desprecio que sentimos por cualquier especie que no sea la nuestra" (F. Bello, 2005).

Sin los animales la vida, tal como la disfrutamos, sería una entelequia. "Tener un perro no es un capricho, ni un acto de altruismo. Es una prolongación de nuestra humanidad. Es pagar una deuda permanente. Ellos son todo amor; nosotros un poco" ("Cachorro" -Tomás Salvador).