Juan Antonio Bayona dirige Jurassic World: El Reino caído, que es una nueva entrega de la saga de películas iniciada por Steven Spielberg en 1993 basadas en las excelentes novelas de Michael Crichton, narrando la primera de ellas cómo un millonario consigue hacer realidad sus sueños de clonar dinosaurios del Jurásico y crear con ellos un parque temático en una isla remota, a partir de cuyo momento se desarrolla una apasionante trama de aventura y suspense.

Y narra el actual filme de Bayona que, tras la destrucción del lujoso complejo turístico denominado Jurassic Park por dinosaurios fuera de control, la isla Nublar en la que habitaban los dinosaurios creados genéticamente ha sido abandonada por los humanos y los animales sobreviven en ella, hasta que una erupción volcánica pone en riesgo su existencia, descubriéndose por otra parte una oscura conspiración que pretende utilizar los animales con fines facinerosos y perversos.

Se desarrolla así una historia de acción y peligro, que se divide en una primera parte centrada en salvar a los dinosaurios de la isla, donde la lava volcánica amenaza su existencia, y una segunda parte situada en una mansión de aires góticos, donde se lleva a cabo un entramado de intriga y terror.

Siendo una película de aventuras que siempre ha sido uno de mis géneros favoritos, al desarrollar interesantes historias y guiones, plenas de acción, hazañas y contingencias, que me ayudan a relajarme y a desconectar, pues durante el tiempo en que estás viéndola no piensas en otra cosa.

Y es que, tras un largo día o semana de trabajo y compromisos, encontrar un remedio que nos ayude a aliviar la tensión, y nos permita mantenernos en un estado de tranquilidad y de paz interior, así como de diversión y entretenimiento, resulta muy aconsejable.

Y claro, estaría bien escuchar buena música, o leer un entretenido libro, o dar un largo paseo, u otras acciones que nos llenarán de emociones positivas, y nos aportarán mejor humor, regocijo y recreo, esparcimiento y solaz, desarrollando la alegría, y favoreciendo la imaginación.

Como también lo hará ver esa película que por primera vez hace que los dinosaurios o terribles lagartos salgan del parque temático, o en la que la manipulación genética alcanza al mismo ser humano, o en la que hay momentos tan sobrecogedores como el de la niña protagonista protegiéndose con las mantas y tapando su cabeza ante el terror inminente.

Una gran película pues, que para mí confirma a Juan Antonio Bayona como uno de los grandes directores de cine del momento, corroborando la magnífica estela o trayectoria que enlaza con El orfanato o Lo imposible.

Un gran realizador. Uno de mis favoritos.

Un narrador de historias geniales. Elegido por Spielberg para una nueva película de la saga jurásica. Una muy buena elección.