Julio y agosto son los meses playeros por excelencia y, también, los de las excursiones al aire libre. Escuchamos y leemos continuamente las advertencias sobre los riesgos de la exposición excesiva al Sol, que en esta época del año es máxima. Una de las principales recomendaciones es que se evite tomar el sol en las horas centrales del día, cuando el astro rey alcanza su mayor altura en el cielo y, por tanto, la radiación solar es la más intensa. Es un consejo acertado, pero conviene subrayar un aspecto muy importante que habitualmente no se tiene en cuenta. En verano, el horario oficial de España no coincide con la hora solar verdadera, con lo cual nuestro reloj no marca realmente los momentos de mayor peligro de exposición al Sol. Si tomamos como ejemplo la costa mediterránea, debe saberse que el mediodía real no se produce a las 12 horas oficiales, sino a las 14 horas. Es decir, hay un desfase de dos horas entre el mediodía oficial y el verdadero. Por tanto, la radiación solar es mayor a las 14 horas de tiempo oficial que a las 12. En lo que concierne al horario real, de forma muy aproximada, y si tomamos como referencia el litoral de Castelló, la diferencia es fácil de entender: a las 11 horas oficiales son las 9 solares; a las 13 oficiales son las 11 solares; a las 14 oficiales son las 12 solares (mediodía real); a las 17 horas oficiales son las 15 solares y, así, sucesivamente. En el resto de la España mediterránea las diferencias son muy parecidas entre el mediodía oficial y el real y nos sirve esa referencia de que hay dos horas de separación entre uno y otro. Todas estas diferencias son las que explican que en un día estival normal los momentos de mayor calor se alcancen avanzada la tarde y no después del mediodía. Si nos fijamos en los datos de la red oficial de Aemet, es habitual que las temperaturas máximas se registren muchos días de julio en la franja horaria comprendida entre las 17 y las 18 horas oficiales, que realmente son las 15 y las 16 horas solares, respectivamente. Lo importante, en cualquier caso, es la radiación solar y, para evitar los momentos de mayor riesgo debe tenerse en cuenta esa diferencia entre el horario oficial y el tiempo solar verdadero que se produce en España.