Han pasado muchos días desde que se decretó el Estado de Alarma, ya hemos perdido la cuenta. ¿Quién iba a imaginar esta situación? ¿Quién iba a imaginar los sacrificios que tendríamos que hacer? Vaya en primer lugar nuestro más sentido pésame para los familiares de todos los fallecidos.

Ante esta complicada situación, las Fuerzas Armadas (FAS), siempre dispuestas, hemos sido llamadas para apoyar a nuestra sociedad, a nuestro pueblo, del que formamos parte. ¿Pero a quiénes hemos apoyado? Se lo diré: a los verdaderos héroes, la mayoría, silenciosos y sufridos, como los sanitarios, los encargados de limpieza, las FCSE, los que han aplaudido todos los días desde sus balcones, a un largo etcétera. A todos ellos va, con profunda admiración, un primer ¡gracias Valencia!

¿Qué hemos hecho? A día de hoy, a nivel nacional, se han realizado, unas 18.000 intervenciones de todo tipo, han intervenido unos 150.000 efectivos. En la Comunidad Autónoma Valenciana se han desplegado más de 11.000 hombres y mujeres, hemos recorrido cientos de miles de kilómetros; se han realizado más de 2.100 acciones de desinfección, 230 misiones de presencia en distintas localidades; otras 150 de otra naturaleza; se ha apoyado en montaje de albergues, aguadas, transporte de material, etc. Han participado la UME, el CGTAD, el Mando de Operaciones Especiales, el Mando de Transmisiones o, particularmente, el Regimiento «Valencia» de Defensa NBQ.

Hemos patrullado, apoyado y ayudado allá de donde se nos ha requerido, con la única finalidad de ser útiles y de servir. Hemos pisado muchos rincones, los más conocidos y los más recónditos de las tres provincias, intentando contribuir a dar tranquilidad y calma. Hemos respondido todos a una, por todo el territorio nacional actuando de buena fe, para salvar vidas, sin más interpretaciones.

En todos los sitios, hemos encontrado respeto, admiración y mucho, mucho cariño. Como representante de las FAS y como persona, lo he visto, lo he vivido y lo he sentido en primera línea. Las acogidas nos han emocionado, han sido sinceras y agradecidas. Y en cierto modo, nos ha sorprendido porque estamos acostumbrados a cumplir nuestra misión sin esperar nada a cambio y darlo todo. Es algo inherente a nuestra formación de Soldados y lo vemos natural. Formación en valores, formación en el espíritu de servicio. Lo hemos realizado en Bosnia, Kosovo, Afganistán, Iraq, Líbano, por citar algunos ejemplos. Allí servimos y continuamos haciéndolo día y noche, donde unos cuantos de nuestros compañeros dieron su vida por gente buena a la que no conocían, cumpliendo con su deber, con su juramento o promesa de servir a España hasta sus últimas consecuencias.

¿Y acaso iba a ser diferente aquí, en nuestra Patria? Pues no, para nada, sólo que aquí ha sido distinto. Sufres más, te afecta más, es tu gente, tu pueblo, tu sentimiento. Gracias por tanto por todo el cariño, los aplausos espontáneos, el saludo «del codo», las sonrisas no exentas de preocupación, por dejarnos ayudar. La verdad es que nos lo han puesto muy fácil, haciéndonos más llevadera la preocupación por nuestras familias, pues también somos personas con sentimientos. Por eso, quisiera enviar un segundo ¡gracias Valencia! a todas las gentes de la Comunidad, desde las Autoridades del Gobierno y de la Generalidad, con las cuales nuestro trato ha sido muy cordial, de colaboración y de unidad, a nuestras queridas FCSE, para acabar en el pueblo más pequeño pero no menos importante.

Pero, hay que ser realista, esto no acaba aquí. Sería poco prudente no extraer lecciones de esta crisis y menos aún no mirar al futuro. El COVID-19 ha sido y continúa siendo una crisis seria que ha removido nuestros pensamientos. El entorno futuro, incierto, volátil, complejo y ambiguo (VUCA en inglés) ya está aquí. Está descrito en la Estrategia de Seguridad Nacional. A corto plazo, no cabe relajación, hay que seguir aplicando rigurosamente todas las recomendaciones de nuestras Autoridades, esto no ha terminado. A medio plazo, hay que prepararse, cada uno en su ámbito, para hacer frente a esos escenarios.

Nadie puede vaticinar qué pasará, pero sí puede prepararse para ello. Las FAS continuarán haciéndolo para estar siempre dispuestas y no fallar, con los medios que tenga disponibles. Pero, permítanme, creo que para eso es necesario atender a las necesidades más o menos urgentes que tenemos, entre otras y como ya es conocido, un horizonte presupuestario estable que se traduzca en una Fuerza más moderna. Sin seguridad, no hay desarrollo. La seguridad es un bien intangible cuya ausencia la percibimos cuando nos falta. Lo hemos podido comprobar en nuestras propias carnes.

Para finalizar, no quiero dejar pasar la oportunidad para expresar el deseo de que no nos olviden. Que se acuerden de que tienen unas FAS eficaces, dispuestas, entregadas, cuyo pilar fundamental son sus hombres y sus mujeres, en definitiva sus Soldados. En la Comunidad Valenciana, el Delegado de Defensa, sus Subdelegados de Defensa, las Unidades, este Cuartel General, somos y seguiremos siendo un equipo sinérgico, un gran equipo.

Estoy completamente seguro de que el pueblo español en general y, en particular, el innovador, trabajador y creativo pueblo valenciano sabrá, sabremos, superar ésta u otras dificultades futuras. Por eso les envío un último ¡gracias Valencia! con la certeza de que saldremos exitosos, unidos, de éste y de cualquier otro desafío que se nos plantee. ¿Cuándo no lo hemos hecho?