Desde aproximadamente dos décadas a estos últimos años, muchas poblaciones valencianas, de menos de 500 habitantes, en especial del interior, han visto como han perdido casi la mitad de sus vecinos. La mayoría de las ocasiones, la crisis económica ha marcado el mapa demográfico.

En los últimos años se ha mantenido e incluso en algunos lugares ha aumentado un poquito gracias a la población extranjera.

En municios mas pequeños como por ejemplo Las Casas de Uriel, este flujo puede dar la vuelta a las tendencias de abandono. ¿y por qué esto? Ante el descenso progresivo de la población, gracias a las familias inmigrantes se ha podido abrir de nuevo la escuela que, anteriormente , por falta de población infantil se había cerrado.

Poco a poco, en concreto las personas inmigrantes prefieren los pueblos pequeños porque, entre otros motivos, las viviendas son mas asequibles economicamente y además encuentran trabajo especialmente en la agricultura.

Muchos pueblos y localidades de nuestro interior tienen una base sólida en las tareas agrícolas.

Pero, ¿que pasará cuando las personas mayores de setenta años no puedan trabajar los campos o vayan falleciendo?

Una solución viable sería arrendar los campos o formar comunas con las tierras en arriendo. Sería una gran oportunidad para familias españolas e inmigrantes de vivir y establecerse en un entorno rural, cercano a poblaciones más grandes y de disponer de un trabajo en época de vacas flacas.

Además, con el crecimiento de la población, aunque fuesen poblaciones rurales pequeñas, se mantendría abierta la escuela, las tiendas, la panadería, los bares, etc y lo más importante, poco a poco se poblarian las zonas rurales, dando vida a las poblaciones más desfavorecidas.

Algunas personas pueden opinar que la vida en un pueblo pequeño es aburrida, o que hay menos oportunidades de trabajo especializado o de menor calidad pero lo cierto es que cuando crece por pequeño que sea un pueblo, la oferta de trabajo crece, y no solamente en la agricultura y ganadería.

Es cierto, que hoy en día no se vive igual que hace treinta o cuarenta años y que algunas familias piensan que en los pueblos pequeños hay pocas ventajas educativas o que existen ciertos prejuicios y críticas entre las personas pero la verdad es que hoy en día se vive con más libertad y con medios para desplazarse a otros ambientes cuando así lo requieran y necesiten.

En la actualidad, el pensamiento

de las personas ha avanzado y se respeta a aquellas que incluso tienen otras tradiciones y costumbres arraigadas.

Puede ser que no haya tantas comodidades que en las grandes ciudades pero no es menos cierto que la mayoria de la gente dispone de vehiculos propios o disponemos de medios de transporte para desplazarnos.

En resumen, en cualquier aldea o pueblo pequeñito, en especial del interior, se goza de calidad de vida. Aunque los tiempos han cambiado, aun se goza de confianza y de seguridad. Aun podemos ver como en las aldeas se dejan las ventanas abiertas en verano, los niños y las niñas pueden jugar e ir en bicicleta por las calles con menos temor a que les atropellen que en las grandes poblaciones, o aparcar el coche en la misma puerta de la casa.

Como dijo el conde de Mirabeau: " los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno"