La crisis del empleo, originada por la crisis sanitaria de la pandemia, va a requerir la combinación de políticas activas y el mantenimiento de las ayudas públicas, para la creación de nuevos empleos.

Porque tal y como se esperaba, la Encuesta de Población Activa, del segundo trimestre, ha venido a reflejar los dramáticos resultados causados por el confinamiento sobre el empleo y la actividad económica. Estos han sido, la destrucción de más de un millón de puestos de trabajo y que han situado la tasa de paro en el 15,33%. Unas cifras más que preocupantes que exigen la creación de empleo y el mantenimiento de las ayudas públicas, como tareas fundamentales y prioritarias de la reconstrucción económica y social en nuestro país.

Ha sido evidente, que el periodo más agudo del confinamiento, ha destruido empleo sobre todo en el sector de servicios, pero también en los de la industria y la construcción.

Que seis de cada diez empleos perdidos, hayan sido de los contratos temporales, vienen a reafirmar la tendencia, de que el coste de la crisis, como así fué en la del 2008, siempre lo pagan los jóvenes contratados precariamente y las mujeres.

A estas cifras, de por sí muy preocupantes, hay otras como las del crecimiento brutal del número de hogares, con todos los miembros en paro. Porque hay 1,1 millones de hogares que sufren esta dramática situación, unos 55 mil más que en el trimestre anterior.

Todos estos datos, ya nos advierten de la posibilidad de que en los próximos trimestres aumente la tasa de pobreza en España y que por lo tanto nos exijan que hasta el fin de año, al menos, el Gobierno no solo debe de mantener el gasto social, sobre todo las innovaciones aprobadas en forma de renta mínima, sino aumentandolo de manera selectiva, atendiendo a las necesidades específicas de cada momento.

Esta caída del empleo, no debería de ser tomada como un fracaso, porque es consecuencia directa de las medidas que fueron y siguen siendo necesarias para combatir la Covid-19, mientras que Casado exige más flexibilización laboral, más precarización y una bajada de impuestos que llevaría a la Sanidad a la quiebra total. Es así este personaje, proponiendo lo contrario de lo que necesitamos, este lidercillo del PP, sin embargo aún presume en el Congreso de los Diputados, de haber hecho una "Oposición leal" al Gobierno.

Quién lo diría de Casado, con tantos títulos, lo tiene claro, cada dia que abre la boca, se lo está ganando a pulso, y lo está demostrando a todos los españoles, con su carr, se va a enteraroñeria política, y su recuenta muertos que se los atribuye a Pedro Sánchez, que él va a ser el próximo Presidente del Gobierno el dia menos pensado.....cuando por la ley de la gravedad le haga caer de Presidente del PP., se va a enterar.

Porque tenemos, el virus brotando con intensidad y extendiéndose por todo el país, tenemos además un millón de parados más, solo en el último trimestre del año, y los ingleses torpedeando nuestros hoteles y nuestro turismo. Y ante todo eso, Casado sólo sabe seguir contando muertos por el Covid-19, para ir atribuyendoselos a la gestión del Gobierno, porque se cree que cuanto más muertos y más parados, más cerca estará de llegar a La Moncloa. Quizá de jardinero, cree yo.

Pero estas cifras, que he señalado, en mi opinión deben de ser tomadas como un estímulo, para contrarrestar las posibilidades de que en el segundo trimestre, aun marque el punto más bajo de la recesión vírica y de la destrucción del empleo.

Y a partir de este momento, lo que hay que hacer es atribuir una probabilidad significativa de mejorar la tasas de crecimiento y de ocupación. El problema está, en que esa mejora será más lenta de lo deseada y necesaria.

Las crisis del turismo, uno de los principales factores de nuestro crecimiento económico, va a ser, y lo está siendo ya, más profunda y duradera de lo que estimaba las previsiones del Gobierno y de los empresarios de la hostelería. A la vista de los rebrotes y de las cuarentenas en nuestro país, los habituales veraneantes ingleses, alemanes y de otros países se retraen y no los vamos a tener ocupando al 100% nuestros hoteles, en las zonas que tradicionalmente ocupaban.

Por lo tanto, el Gobierno y los agentes sociales, deberían actuar en dos direcciones complementarias.

La primera, es contener con los recursos necesarios, las políticas de contención de la crisis, sean con líneas de créditos, avales, fondos de reconstrucción, ó en el caso laboral, los ERTES . Porque pocas dudas pueden haber a estas alturas, que su vigencia tiene que prolongarse hasta finales del año, y considerar, según sea el balance del 2020, algún tipo de ampliación parcial en el 2021.

La segunda via de acción imprescindible, debería consistir en la aprobación de nuevas políticas de empleo, coordinadas con planes de inversión en infraestructuras , mercados energéticos, ó tecnologías.

Durante decenios, se ha construido el lugar común de que hay que acabar con la dualidad del mercado laboral, pero hasta ahora, ha sido solo un discurso vacío.

Los fondos europeos, deberían ser un punto de partida firme para aumentar la inversión al tiempo que se examina con detenimiento las modalidades de contratación, se elaboran estímulos para crear puestos de trabajo y se activen las medidas de inspección contra la precariedad.

Crear nuevos empleos, más estables y con más productividad, debería ser la prioridad de las políticas de reconstrucción.

Vamos, todo lo contrario de lo que propone Pablo Casado.

Así, lo creo, y así lo digo.