Cada 25 noviembre se celebra el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. ¿Por qué tiene que existir la "eliminación de la violencia contra la mujer"?, ¿por qué tiene que existir ningún día para "eliminar violencia"?, ¿por qué tiene que existir la "violencia"?.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, violencia en el acto jurídico, es la fuerza extrínseca ejercida sobre un sujeto para imponerle realizar un acto, y a la que no se puede resistir.

También se define como la cualidad de violento. Y dicho de una persona, es la que actúa con ímpetu y fuerza y se deja llevar por la ira; o también la que implica el uso de la fuerza, física o moral.

A partir de aquí, podríamos analizar por qué existe violencia. Normalmente existe violencia por falta de herramientas para dialogar, por falta de amor y por egoísmo, que se ven ligados a una "incultura" determinada. Y digo "incultura" porque la falta de herramientas no es otra cosa que una falta de conocimientos. La transmisión hereditaria es buena siempre que lo que se transmita ayude a crecer a la persona a ser mejor, es decir todo aquello que rechace la violencia, de no ser así, hay que ayudar a cambiarla.

Por desgracia, históricamente ha existido violencia, y se ha transmitido violencia, incluso en los chistes. Y la única forma de erradicar la violencia es con la educación, eliminar la "incultura". Y no sólo la física, también y muy importante la moral. La violencia física por definición la sufren los más débiles, que suelen ser las mujeres y los niños; pero también la violencia moral, por quien ha venido dirigiendo la economía familiar.

La violencia contra las mujeres, según la ONU, se ha convertido en un problema estructural, que mantiene la subordinación al género masculino.

Reclamar políticas en todos los países para la erradicación de la violencia, por desgracia, sigue siendo una necesidad. Pero si esas políticas se limitan a establecer prohibiciones y a agravar las penas, aunque todavía muy necesarias, poco conseguiremos, sobre todo en países del llamado primer mundo.

En estos países, es imprescindible que creemos una "cultura de la paz", con herramientas que ayuden a ello. Tener un trabajo remunerado en igualdad de condiciones, ayuda y mucho, pero sin un cambio de paradigma, será difícil eliminar cualquier tipo de violencia. Para ello hay que empezar desde pequeñitos, en las casas, en los colegios, en la Universidad, en los trabajos, y por parte de todos. Y hay que empezar, por parte de todos y cada uno de nosotros, a cambiar la violencia en la forma de hablar, incluso con nuestros hijos, la agresividad no ayuda. Hay que aprender técnicas, herramientas que ayuden a fomentar el diálogo, porque todos podemos tener un momento de ira, que si es bien encarrilado, no tiene por qué acabar en violencia de ningún tipo.

Y esas herramientas o técnicas tienen que ser aplicadas sin egoísmo, porque si no acabarán siendo una forma de manipulación.

Fortalecer a los más débiles, no a base de músculo, sino de cultura y herramientas que ayuden al diálogo. Esa debe ser la fuerza y es el camino que desde Fundación por la Justicia proponemos y en nuestro compromiso y proyectos incorporamos.