En los distintos medios de comunicación social podemos comprobar el enorme descontento sobre la masiva oferta de empleo púbico para Sanidad, Educación, etc., donde miles de funcionarios/as interinos/as que llevan años trabajando, algunos más de 15 y 20 años, corren un gran riesgo de quedarse en el paro debido a que el caduco y retrógrada sistema de acceso a la función pública no valora dicha experiencia, solo se tiene en cuenta en el caso de aprobar un examen teórico previo basado en la capacidad memorística y no en su Know-how: saber hacer, habilidades profesionales y sociales, etc.

El debate se viene analizado desde el punto de vista jurídico, desde que el pasado 19 de marzo de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha reconocido que las administraciones públicas españolas hicieron abuso de la temporalidad con la figura de los interinos, los cuales han venido encadenado años de contratos temporales cubriendo puestos de trabajo estructurales para cubrir necesidades que son permanentes y estables lo cual vulnera la normativa europea sobre trabajo temporal.

No voy a entrar en materia jurídica pues no es mi especialidad, los tribunales y la administración pública ya tienen miles de demandas encima de la mesa, situación que tardará tiempo en solucionarse, pues serán los tribunales europeos a los que les tocará finalmente sentenciar la situación individual de cada interino, ya que en España los políticos y sindicatos mayoritarios, hacen oídos sordos a la llamada de atención que hizo el TJUE y no tienen ninguna voluntad en solucionarlo.

En este artículo de opinión quiero proponer dos temas o puntos de vista para analizar y debatir la idoneidad del sistema de acceso a la función pública, para garantizar que accedan y se queden los/as mejores, son: el talento y la equidad.

El talento se puede traducir como la capacidad que una persona tiene para desarrollar con mucha habilidad una actividad. Por ejemplo, los docentes y sanitarios interinos vienen demostrando mucho talento, pues están trabajado con alumnos/as con necesidades educativas especiales, diversidad cultural, idiomas, etc., también los sanitarios interinos, por ejemplo: los de urgencias, han sufrido situaciones muy complicadas en las que han tenido que buscar soluciones rápidas y eficaces, basándose en su saber hacer.

El art. 103 de la Constitución Española y el 55 del Estatuto del Empleado Público, establece el derecho de todos los ciudadanos al acceso al empleo público en base a los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. Personalmente no creo que se cumplan, en absoluto, estos principios, ya que los procesos de selección actuales de docentes y sanitarios no lo garantizan. Por ejemplo, en el caso de oposiciones a educación, la primera prueba que, al ser eliminatoria, muchos docentes que llevan 15 o 20 años no la pasan, y como consecuencia toda su experiencia, habilidades y talento ya no se van a tener en cuenta, pues estos méritos se valoran en la última prueba, como mínimo se debería cambiar el orden de las pruebas, y darle mucho más valor a la experiencia y formación. A modo de ejemplo, el sistema educativo finlandés no realiza oposiciones, son los propios equipos directivos de los centros educativos quienes seleccionan a los docentes por su experiencia profesional y una entrevista. Está claro que allí tienen autonomía en la dirección y gestión, cosa que en España no sucede.

Sinceramente no veo dónde está el mérito y la capacidad con un sistema de oposiciones que premia la memoria por encima de la formación, la experiencia, la capacidad de resolución de situaciones complicadas y diversas en el mundo educativo y sanitario, en definitiva se pierde lo que decía el informe de la UNESCO: ”La educación encierra un tesoro”(1996), presidida por Jacques Delors: el saber hacer, el saber trabajar juntos, el conocer, el ser , estos saberes no se valoran correctamente en las oposiciones.

Se ha podido comprobar que en las oposiciones a educación han entrado opositores que nunca han trabajado como docentes o como mucho solo unos meses y su mérito y capacidad ha sido tener suerte en que les salga un tema y algún caso práctico en la lotería de las bolitas. Si eso es tener más mérito y capacidad que un docente o sanitario con 20 o 25 años de experiencia que me lo expliquen.

Por otra parte, la equidad se puede traducir como la igualdad de oportunidades tanto en el acceso a la función pública, como el de asegurar la permanencia en el sistema: estabilidad. Desde esta conceptualización hay que resaltar, que si bien el debate jurídico se ha centrado en la equidad, solo desde el punto de vista de oportunidades de acceso al sistema público, se ha olvidado de la otra parte de la equidad que es la de garantizar la estabilidad en el sistema, y está demostrado que este despropósito de modelo de oposiciones actual no es la solución, ya que los docentes y sanitarios con cargas familiares y trabajo diario, no disponen de tiempo suficiente, ni capacidad de retención memorística por la edad, por lo que podemos concluir que el sistema de oposiciones tampoco cumple el principio de equidad, ni es el adecuado para retener talento, ya que no todos los interinos se encuentran con igualdad de oportunidades.

En los últimos días, por fin, los políticos se están dando cuenta que cada vez hay más sanitarios, docentes e investigadores que se están marchando de España a trabajar, y por esta razón están preocupados en retenerlos, sobre todo se acuerdan de ellos ahora con la pandemia. No nos podemos permitir el lujo de invertir tanto en formar a estos profesionales y luego que emigren a otros países a investigar y trabajar. Según datos del INE el gasto público per cápita en España en el año 2019, fue de 11.059 euros por habitante y además solo se dedica un 1,24% del PIB en I+D+i, mientras que la media europea está en el 2,2%. El ranking que publica EUROSTAT en I+D+i, los países como Suecia, Finlandia, Dinamarca, Alemania invierten alrededor del 3,2%, dos puntos más que España, eso significa más de 20.000 millones de euros al año de diferencia. Qué tomen nota los políticos y que reflexionen en el trabajo de investigación y desarrollo que están llevando actualmente mucho médicos y docentes interinos (sí, interinos) cuyo talento van a tirarlo a la basura con el sistema de oposiciones masivas basadas en la capacidad memorística, esto significa descapitalizar el sistema público, ya que la inversión realizada en formarlos durante tantos años la aprovecharán otros países que sí los valoran, pero que por desgracia en España no se ha valorado durante muchos años, veamos por ejemplo el Premio Nobel Medicina Severo Ochoa que tuvo que emigrar a EEUU a vivir para poder investigar.

En conclusión, creo que los principios constitucionales de equidad, mérito y capacidad están muy bien, pero con un sistema de acceso a la función pública que realmente los valore, y el actual no los garantiza en absoluto.

Que cada uno saque sus conclusiones.