A finales de marzo, presentábamos en Labora-GVA una publicación singular, que trata de estrategias en torno al mercado laboral diseñadas desde el territorio valenciano. Constituye un referente para proyectos sobre empleo e innovación territorial. Durante el pasado 2020, un año singular y excepcional por la covid-19, el confinamiento obligado y la adaptación a una nueva normalidad, se ha desarrollado una iniciativa coral impulsada por Labora-GVA, que ha tenido como objetivo la redacción de un documento estratégico destinado a mejorar el empleo mediante políticas adaptadas a las singularidades de los territorios.

Hablamos pues de mercado laboral, de políticas de empleo, de singularidades y rasgos particulares de cada territorio. Todos ellos constituyen fundamentos del Programa Avalem Territori de Labora, impulsor del Laboratorio Territorial del Empleo Valenciano, desde 2017.

Siguiendo una planificación estratégica participada, se abordó durante el 2020 el diseño de estrategias destinadas a beneficiar las condiciones del mercado laboral, no sólo de creación de empleo sino a unas circunstancias favorables, alejadas de la precarización o de la temporalidad. Se optó por recurrir a los equipos técnicos de los Pactos-Acuerdos Territoriales por el Empleo, quienes han tenido el cometido de diseñar las estrategias. Dichos acuerdos están avalados por la propia Labora-GVA, y son asociaciones que aglutinan administraciones locales y mancomunidades, sindicatos, representantes del empresariado y de otras organizaciones.

De este modo se ha realizado un proyecto donde los Acuerdos por el Empleo han protagonizado sin duda un proceso impulsado por Labora, y diseñado por tres Universidades públicas valencianas, para ellos. Nos referimos a los ocho Acuerdos Territoriales Castellonenses de Els Ports, Castelló Nord, Maestrat Litoral, Plana Alta Nord, Castelló de la Plana, Pacto Cerámico, Mancomunidad Espadán-Mijares, y Acuerdo Territorial del Alto Palancia. Aludimos a los once València del Camp de Morvedre, Pactem Nord, Pacto de la ciudad de València, Accord Horta Sud, el Rincón de Ademuz, el Camp de Túria, la Hoya de Buñol-Chiva, Ribera del Xúquer, la Safor, Acuerdo Territorial del Interior Tierra del Vino, y La Costera-La Canal. Apuntamos finalmente a los siete acuerdos alicantinos, como las Áreas funcionales de Alcoi y la Vall d´Albaida, la Marina Alta, la Marina Baixa, la Ciudad de Alicante, L´Alacantí, Elche y Vega Baja. A los que se ha sumado recientemente el Acuerdo Territorial del Vinalopó. En total 26 iniciativas que buscan mejorar sus respectivos escenarios socioeconómicos.

Por su parte los equipos de la Universidad de Alicante, la Universitat Jaume I de Castelló y la Universitat de València proporcionaron las metodologías y el asesoramiento técnico para abordarlos. El acompañamiento ha consistido en tener en consideración la perspectiva del desarrollo territorial; a las redes implantadas en nuestras comarcas; y a los procesos de innovación territoriales, con un denominador común, la incorporación de cambios destinados a mejorar la calidad de vida local.

Además, se propuso potenciar mecanismos que favoreciesen la participación. Se emplearon técnicas que facilitaron la colaboración de los diversos agentes que interactúan en los respectivos territorios, como son los técnicos de diversas disciplinas, representantes sindicales o empresariales. Y todo ello en un escenario muy complicado al igual que inesperado, como fue y es la incidencia de la covid-19. De ahí que las entrevistas y las reuniones online tuvieran un protagonismo inusual.

La publicación «Estrategias para el empleo desde el territorio valenciano» recoge las labores de diagnóstico integrado y de diseño de los planes de acción, con estructuras generales similares, comunes, pero con resultados distintos en función de las singularidades territoriales. Ha sido un proceso laborioso, participativo, ilusionante e intenso.

El escenario socioeconómico de los territorios valencianos como consecuencia del impacto de la covid-19 generó la necesidad de incorporar el análisis de sus efectos en el mercado laboral. Se realizaron diversas acciones como la identificación de la dimensión de los efectos de la crisis generada, la descripción del escenario territorial a partir de la covid-19, la caracterización de las dinámicas económicas y sociales tras el confinamiento y finalmente la proposición de acciones futuras para resolver los problemas detectados.

Los resultados recogidos en la publicación son de gran interés a la vez que innovadores. En primer lugar, por las virtudes del propio proceso, coral, en el que han participado Labora-GVA, las universidades de València, Alacant y UJI-Castelló, y los 26 Pactos por el Empleo. Se trata de un proceso grupal en el que han participado en el diseño y la redacción de las estrategias no menos de 80 autores y autoras.

En segundo lugar, por la naturaleza de las estrategias diseñadas, que atienden a las diferentes realidades territoriales. Nos referimos a los procesos relacionados con el interior y el litoral; con el sistema rural y el urbano; con la despoblación y la concentración demográfica; con los procesos de especialización económica en la agricultura, la industria, el turismo, o el sector logístico.

Las diferencias territoriales valencianas reclaman estrategias y políticas adaptadas. De ahí que un análisis sosegado de las estrategias nos permiten diferenciar su caracterización, a modo de estrategias «tipo», que obedecen a nuestra diversidad territorial: estrategias de empleo para territorios metropolitanos, para territorios con estructuras económicas diversificadas; para territorios innovadores o para territorios afectados por la crisis del sistema rural tradicional y la despoblación.

En tercer lugar, porque constituye un instrumento eficaz para el conocimiento de nuestros territorios, sus necesidades y las acciones a llevar a cabo en diversas materias, entre ellas la de empleo. Unas herramientas sin duda útiles para Labora, para los Acuerdos Territoriales por el Empleo, y para otras administraciones y organizaciones. El proceso de Reconstrucción iniciado como consecuencia del impacto de la covid-19 en la economía valenciana tiene un aliado en esta iniciativa, resultado de un proceso estratégico y participativo.

Participación, colaboración, implicación y complicidad han sido guías del trabajo acometido. Somos conscientes, tanto los académicos, como los responsables y técnicos de los Acuerdos Territoriales, y quienes impulsan este proyecto desde Labora-GVA, que formamos parte de un proceso estratégico que permanece abierto e irá implementándose. Deseamos que la labor de acompañamiento de las universidades siga siendo una fortaleza del Laboratorio Territorial Valenciano. Y pronosticamos que esta modalidad de iniciativa, participativa y coral, es la clave del desarrollo socioeconómico futuro de nuestros territorios y comarcas.